Este puente de mayo lo hemos aprovechado para escaparnos durante cuatro días a Bristol, ya que pillamos otro chollo de Ryanair desde el Aeropuerto de Girona por 20 € / persona. Durante dos de estos días aprovechamos para ir a una ciudad que nos interesaba más por el sitio dónde está situada que por la misma ciudad en sí: Cardiff. La capital de Gales no es un lugar que acostumbre a estar recomendado en guías y blogs de viajes, pero aún así optamos por meternos por primera vez en esta emblemática región del Reino Unido, la cual no habíamos visitado nunca.

Yo con el dragón galés

Antes de ir a un sitio acostumbro a tener unas ideas preconcebidas, es por eso que Gales no iba a ser menos. Sabía que era un lugar rural, con muchos castillos y con una cultura norteña con gran influencia de los mitos y relatos fantásticos. También sabía que Gales tenía una lengua muy peculiar: el galés. Por último y, como amante del fútbol, no podía evitar relacionar a Gales con Gareth Bale y con el Principality Stadium, lugar en el que lamentablemente para mí (soy culé) el Real Madrid ganó su duodécima Champions League, en junio de 2017. Lo que no me esperaba entonces es que un año más tarde acabaría visitando este gigante estadio para ver dos partidos de rugby entre cuatro equipos galeses.

EL PRINCIPALITY STADIUM

El Principality Stadium o Millennium Stadium anteriormente, es el estadio más grande de todo Gales y uno de los más grandes del Reino Unido y del continente Europeo. Es un estadio con una capacidad de 74.500 personas y en él se juegan fútbol y rugby principalmente. Fue construido para celebrar la Copa del Mundo de Rugby de 1999 y alberga los partidos de la selección galesa de rugby. Además, como he dicho antes, el año pasado, 2017, se celebró la Final de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y la Juventus de Turín, ganando los primeros por 4-1. Insisto tanto en lo de la final porque no es solamente una final, ya que es un acontecimiento mundial que ven centenares de millones de personas, influenciando mucho a la ciudad que la alberga. El año pasado pues, fue el turno de Cardiff.

El estadio está en el centro de Cardiff y es parte de la identidad de la ciudad, ya que resalta mucho en medio de una ciudad que no es realmente muy grande, siendo visible desde gran parte de ella. Se sitúa más o menos al oeste de la Ciudad, al borde derecho del río Taff.

 Este puente de mayo pues hemos tenido la oportunidad de pisarlo y de ver dos partidazos de rugby, un deporte que nunca había visto en directo y que me ha molado mucho de ver.

El gigantesco Principality Stadium

EL PARTIDO 

Todo empezó el segundo día que estábamos en la capital galesa. Mientras paseábamos por el centro, hacia el mediodía, nos encontramos con una gran muchedumbre de personas concentradas alrededor del estadio, haciendo tiempo para entrar a ver un partido de algo que no sabíamos que era hasta que decidimos preguntar. Nos dijeron que se celebraba el Judgement Day VI de rugby, una jornada de partidos de rugby galés entre cuatro equipos de diferentes regiones, dos del este y dos del oeste de Gales. Para contextualizaros un poco, deciros que jugaron los Dragons de Newport contra los Scarlets de Llanelli y los Blues de Cardiff contra los Ospreys de Swansea. Yo no conocía a ningún equipo, pero vamos, es lógico, yo no había visto rugby en mi vida. Lo más esperanzador fue saber que podíamos ver estos dos partidos y entrar al Principality Stadium (lo estaba ansiando con ganas pero el tour era caro: 12’50 libras) por diez libras esterlinas. No lo dudamos y fuimos a comprar las entradas de inmediato, ya que sólo quedaban dos horas (15:05) para que empezasen los partidos. Realmente hay algo más galés que un partido de rugby? Vale, puede que sí, pero ver un partido de rugby en Gales es una cosa que se debe hacer sí o sí una vez visitas esta peculiar región del Reino Unido.

La grada inferior

Entramos al estadio después de que nos revisaran las maletas y todo lo que llevábamos (casi no me dejan entrar la cámara, no se porqué) y la primera impresión que tuvimos fue espectacular. El estadio es simplemente una pasada. Al entrar vimos las tres grandes gradas (una de ellas con una gigante bandera de Gales), el espectacular techo cerrado (lo abren cuando les pica, pero hacía un frío de la leche) y un terreno de juego de rugby, el cual nunca habíamos visto en persona. Fíjate que ni sabíamos las normas del deporte que íbamos a estar viendo durante cuatro horas, pero bueno, tocaba hacer como cuando fuimos a ver un partido de baseball en Seúl, aprender las normas por nuestra cuenta. Nos sentamos en la grada de abajo.

Me llamó la atención el hecho de que la megafonía estuviese en galés y en inglés, ya que desde que estábamos en Cardiff queríamos escuchar algo en galés pero no había suerte, ya que el galés es hablado por el 20% de las personas en Gales. Escuchar megafonía en galés pues, nos llamó mucho la atención y pudimos por fin satisfacer nuestros deseos de poder escuchar una lengua tan compleja, que la primera vez que escuché me recordó al alemán.

Lo que ponían en las pantallas gigantes cuando hacían una carrera. Try (inglés) – Cais (galés)

No voy a hablar mucho del juego porque no tengo ni idea de rugby, pero deducimos que los tiros libres que se meten por las porterías cuentan 3 puntos y las carreras en las que se trae la pelota hasta al final del campo valen 7. En referencia a la experiencia, fue muy curioso ver cómo se daban de bofetadas y golpes y sobre todo me sorprendió ver cómo cuando un jugador rival tiraba a otro o le hacía un placaje nadie protestaba, mientras que en el fútbol todo el mundo protesta cuando en una acción un rival casi ni toca al jugador. En general el rugby me pareció bastante parado y muy intenso, ya que durante mucho tiempo están amontegados peleándose por la pelota (a veces la pierdes de vista porque hay mil jugadores encima) y hay relativamente pocos momentos de acción como carreras o tiros libres. Es a mi parecer un deporte demasiado intermitente. Pero bueno, a gustos colores y recalco que no soy el más indicado para hablar de rugby, pero sólo doy mi opinión al verlo por primera vez. Sin embargo fue una experiencia realmente brutal que valió 100% la pena de vivir.

Golpes, golpes y más golpes

El llanero solitario…

Una pasada el techo ¿eh?

A la media parte del primer partido fuimos a la tercera grada para ver el partido mejor, ya que era realmente difícil ver bien el partido a la poca altura a la que estábamos. La sensación que tuve al ver el Principality Stadium desde arriba es indescriptible: ¡Qué atmósfera, qué estadio!. Os dejo algunas fotos para que veáis al final del post.

 El partido lo acabamos ahí arriba. Aunque os haya dicho que me parece un deporte intermitente, no se me hizo nada pesado y me encantó vivirlo. Para los amantes de la música el Judgement Day está también chulo porqué en los prolegómenos del partido y en los intermedios salía una orquesta a tocar músicas típicas de Gales que todo el estadio conocía menos nosotros. En líneas generales os puedo decir que ver un partido de rugby es una experiencia muy chula, y más en el Principality de Cardiff.

 Con el partido acabado nos fuimos a dar una vuelta por el Atlantic Wharf de Cardiff, para que nos diese un poco el aire.

Baseball en Seúl, rugby en Cardiff, veremos que es lo siguiente que nos toca ver… tal vez cricket en la India?

Ah sí, para los interesados:

Dragons 8 – 33 Scarlets

Cardiff Blues 23 – 26 Ospreys

Mirando al campo pensando en rugby

La delgada línea que separa aficionados y terreno de juego

La mejor perspectiva que se puede tener de una bestialidad de estadio como este