Todos hemos oído hablar alguna vez del Monte Fuji, ese alto volcán que corona Japón, superando por bastante a los otros montes de Japón en términos de altura. Es una montaña diferente, única, que difícilmente verás en cualquier otro lugar. Un lugar donde el simbolismo es el principal protagonista. Como ya he dicho en otras ocasiones, el Monte Fuji es sagrado en Japón, todo un símbolo para los japoneses. Para nosotros, los occidentales, el Monte Fuji representa muy bien la imagen que tenemos de Asia Oriental y de lo japonés en general. Aunque esta concepción del Fuji como máximo representante lo lejano oriental se haya exagerado en Occidente, el Monte Fuji sigue siendo uno de los principales símbolos del país del sol naciente. Sólo hace falta ver todo lo que gira a su alrededor y cómo los japoneses acuden en masa a subirlo los meses de verano. En este artículo, aportando algunos datos numéricos de la página oficial para la escalada del Monte Fuji, narro nuestra experiencia y os doy algunos consejos para que los podáis poner en práctica, de primera mano, ya que este verano subimos hasta arriba del todo con Aina.

El Monte Fuji visto desde la estación de tren de Kawaguchiko

 

¿PUEDE UNA PERSONA COMO TÚ Y COMO YO ESCALAR EL PICO MÁS ALTO DE JAPÓN?

Y tanto que puede. Hasta los niños mentalmente y físicamente preparados pueden subir al Monte Fuji. Ojo, ni se os ocurra pensar que es una ascensión fácil, porque de fácil no tiene nada, os lo aseguro. No vais de paseo, vais a escalar una montaña de casi 3.800 metros de altura. No lo olvidéis. Hace falta estar mínimamente preparado, quiero decir, no ser un sedentario que no ha pisado la calle en su vida. Con moverte con frecuencia regularmente para ir a comprar o ir al trabajo ya basta. Y tranquilos, que si os da una urgencia, tenéis la seguridad de que en las estaciones de montaña que hay a lo largo de los senderos venden pequeñitas bombonas de oxígeno.

¿CUÁNDO SE PUEDE ESCALAR?

El Monte Fuji no es una montaña que se pueda subir durante todo el año. La temporada de escalada es desde principios de julio hasta principios de septiembre. Se puede subir pues durante la temporada con temperaturas más altas de todo el año, ya que todo el que suba durante los meses restantes, en otoño, invierno y primavera, corre un serio peligro de muerte debido a la climatología extrema que se puede dar. El Monte Fuji no es ninguna broma, no es una montañita para hacer senderismo, hay que tomársela seriamente y respetar los períodos de escalada.

En caso de que seáis montañistas expertos, para poder subir el resto del año es necesario obtener un permiso por parte de las autoridades. Aún siendo expertos es una montaña peligrosa, ya que durante el año se registran siempre algunas muertes.

Más adelante voy a hablar de los cuatro senderos por los que se puede subir hasta la cima y de sus respectivas fechas de apertura.

¿LA ASCENSIÓN EN UN DÍA O EN DOS? 

Nosotros decidimos hacer la ascensión por la noche, empezando a las 20:00 h de la tarde-noche, para poder llegar justo con la salida del sol, hacia las 4 de la madrugada. Se puede realmente hacer el ascenso en dos días, durmiendo en uno de los refugios, para estar más descansado. Nosotros acabamos hechos polvo, así que no estaría mal hacer la ascensión en dos partes. Sin embargo, hacerla toda de golpe fue una pasada. Pensad también que luego hay que bajar.

La subida por el sendero Yoshida (el que hicimos nosotros) es de 6 a 7 horas, mientras que la bajada es de 4, aproximadamente.

CLIMATOLOGÍA

Si subís el Monte Fuji en verano, vais a llegar a la cima en invierno. ¿Cómo puede ser esto? Me tomaréis por tarado, pero no os estoy tomando el pelo. La temperatura entre la parte inferior del Fuji y la parte superior puede llegar a variar de media unos 20 grados centígrados, es decir, abajo de todo estás a 20 grados y cuando llegas arriba a 0 grados con un viento congelado de flipar. Leed bien el apartado de ‘’qué llevar’’, porque de lo contrario os va a dar algo si subís mal equipados.

La temperatura arriba del todo y durante las últimas horas de ascenso es una cosa seria. Nosotros lo pasamos realmente mal, íbamos mal abrigados y hacía un viento muy fuerte. Tened en cuenta que al ser un volcán sin montañas igual de altas a su alrededor, el viento puede llegar a superar registros muy altos. Es difícil encontrarlo nevado en verano, pero aún así nosotros vimos algunos sitios donde quedaban hielo y nieve. Para que os hagáis una idea de que en bañador no se puede subir…

LOS CUATRO SENDEROS

Como he dicho antes, para subir al Monte Fuji disponemos de cuatro senderos o trails: Yoshida, Fujinomiya, Subashiri y Gotemba. El sendero del que voy a hablar es Yoshida, ya que fue el que nosotros utilizamos porque nos pillaba cerca al estar haciendo un Workaway en Yamanashi.

Características principales de cada sendero:

 PREFECTURA DE YAMANASHI

YOSHIDA

Está señalizada con el color amarillo. Desgraciadamente para nosotros, es la más utilizada, siendo frecuentada por 150.000 personas al año. Que no os eche para atrás, porque las vistas son las mismas haya gente o no delante tuyo. Ya os aseguro que aún habiendo subido las partes finales con bastante gente, la experiencia fue increíble. Como punto positivo podríamos decir que es la más infraestructurada y, si queréis subir el Fuji en dos días, tenéis la oportunidad de escoger entre bastantes refugios o huts. La subida y la bajada se hacen por caminos distintos. Se comienza desde la Fuji Subaru Line o también llamada 5th Station y se tardan 7 horas en subir y 4 en bajar.

PREFECTURA DE SHIZUOKA

FUJINOMIYA

Está señalizada con el color azul. Es la segunda más utilizada, con 60.000 escaladores al año. La subida se hace por el mismo lugar que la bajada. Tiene una peculiaridad, ya que es el sendero que comienza a más altitud de todos. También cuenta con varios refugios. En http://www.fujisan-climb.jp/en/trails/fujinomiya.html se nos remarca que en este sendero hay que caminar con cuidado debido a su densa rocosidad.

SUBASHIRI

Está señalizada con el color rojo. Es la tercera más escalada con unos 20.000 escaladores anuales. En la parte final, a partir de la Octava Estación, se une con la que nosotros usamos, Yoshida. Hay refugios durante el ascenso y hasta el principio del descenso, hasta que se separa de la Yoshida. Yoshida y Subashiri comparten el trozo final del ascenso y el principio del descenso, luego se bifurcan. Al igual que Gotemba, no cuenta con lugares de primeros auxilios.

GOTEMBA

Señalizada con el color verde. Es la más tranquila de todos (15.000 escaladores anuales) y, por consecuente, la que menos infraestructuras tiene. Hay pocos refugios. Es la que comienza a menor altitud, en contraste con Fujinomiya. Para los que queráis disfrutar de la subida sin aglomeraciones, ESTE es el sendero. Sin embargo, en http://www.fujisan-climb.jp/en/trails/gotemba.html se nos dice que este sendero es poco recomendado para escaladores novatos, ya que no dispone de refugios hasta la séptima estación. No cuenta con lugares de primeros auxilios.

Mapa donde se ven los cuatro senderos

INFRAESTRUCTURAS DURANTE EL ASCENSO

Os resumo rápidamente y en líneas generales cómo suelen ser los senderos y qué infraestructuras acostumbran a tener. Ante todo os digo que la señalización es muy buena y salvo que hagáis una tontería, como apartaros de las cuerdas que delimitan el sendero, no os vais a perder. Hay carteles cada 250/500 metros, indicando el tiempo que te queda y la dirección.

Se comienza desde una estación donde hay todo tipo de servicios, desde aseos (no son de pago, pero aceptan donaciones), tiendas o bien sitios donde comprar provisiones, como papel de váter, por si las moscas. Hay hasta un templo en la estación donde nosotros empezamos (Fuji Subaru Line 5th Station).

Se comienza el ascenso y se hacen paradas técnicas en las diferentes estaciones que hay durante el sendero. Conforme subes, el número de la estación es más alto (quinta estación, sexta, séptima, octava…). En las estaciones hay lavabos, primeros auxilios, refugios y tiendecitas, entre otras cosas. En dichas tiendas tienes agua a precios suizos y otros tipos de productos, como bombonas de oxígeno (lo digo en serio) fideos instantáneos o bien refrescos.

Se termina el ascenso y se llega a la cima, donde hay algunas infraestructuras como dos santuarios, una oficina de correos, un sitio donde te sirven comida e incluso alguna tienda. Se puede dar una vuelta al cráter, que lleva más o menos una hora.

Se desciende hasta la estación desde la que comenzaste a subir el Fuji por el sendero de descenso.

Generalmente esto es lo que hay. Si vais por los senderos más concurridos tendréis más infraestructuras a vuestra disposición, mientras que si vais por Gotemba creo que tendréis que hacer las necesidades en la tierra volcánica. Lo bueno del Fuji es que hay cuatro preciosos senderos para escoger y cada uno pega con cada tipo de personalidad.

Como veis la señalización está presente durante el ascenso

Y durante el descenso…

 

”LA DONACIÓN”

No, no es una donación, es una obligatoriedad. Para poder subir al Monte Fuji hay que pagar 1000 yenes (8 euros) para contribuir a la conservación de la flora y fauna que puebla el parque natural. Cuando lo pagas te dan un amuleto de madera conmemorativo con el año de escalada, en nuestro caso, 2017. Hay dos tipos a elegir, uno que es una especie de hectágono y otro que es más redondeado. Aina se pilló el redondeado y yo el hectagonal.

El amuleto redondeado

QUÉ LLEVAR

 

  • Linterna frontal. Si subís de noche y no lleváis una luz con la que iluminaros difícilmente podréis ver lo que hay porque el 98% de los tramos están a oscuras (sólo hay luz en las estaciones y en el principio del sendero), cosa que hace de la ascensión una experiencia aún más impresionante. Os recomiendo el frontal. No creo que estéis deseando aguantar una linterna durante ocho horas.
  • Mochila poco pesante. Importante. No me subáis con una megamochila, porque os vais a quedar sin espalda.
  • Ropa de abrigo. Demasiado importante. Yo iba muy pero que muy mal abrigado. Llevaba una térmica, un jersey y una sudadera. Ah, y para protegerme la cara una bufanda del Sporting Clube de Portugal, una mala elección. Intentad llevar ropa realmente adecuada, porque la que llevaba yo no era para subir una montaña con un viento tan helado como el del Fuji.
  • Zapatos mínimamente cómodos. Las típicas bambas Kalenji que tenemos todos en casa me sirvieron. Tened en cuenta pero, que hay tramos (al menos en Yoshida) donde hay que subir por rocas (todo señalizado). Los más presumidos evitad subir con Convers, porque no va a funcionar.
  • Comida. Si no queréis ser víctimas de un atraco a 3.000 metros de altura, llevad vuestras propias provisiones. No creo que unos fideos a 500 yenes sean baratos, cuando los puedes encontrar 3.000 metros más abajo por 150 o 200. Las tiendas de los refugios son muy caras. Avisados estáis. La fruta y las cosas energéticas siempre son bienvenidas. Pensad también que tienen que ser cosas que no ocupen demasiado, como los onigiris, por ejemplo.
  • Agua. Hacía frío, sí, pero el agua entraba que no veas. Nosotros nos llevamos dos botellas de té de 1 litro y medio o 2 litros, ahora no lo recuerdo. Dos botellas para cada uno. Casi no nos sobró agua, nos la terminamos casi toda. El agua también es cara en los refugios.
  • Palo de escalada. Os puede parecer una chorrada pero realmente es útil para quitaros un poco de esfuerzo al subir o bajar.

LA SUBIDA AL MONTE FUJI

LA SALIDA: FUJI SUBARU LINE 5TH STATION

Parece el nombre de un coche, pero no, estáis equivocados, la Fuji Subaru Line 5th Station es la estación de salida de la mayoría de la gente que escoge subir por la Yoshida trail (hay gente que sube desde más abajo). Yo la voy a llamar Quinta Estación para ahorrarnos problemas y para simplificarnos. Se encuentra a 2.300 metros de altura, nada mal, a la misma altura que muchas estaciones de esquí.

¿CÓMO LLEGAR A LA QUINTA ESTACIÓN?

Autobús: es la forma más sencilla ya que desde Tokyo mismo hay buses directos hasta esta estación. Hay dos formas principales para llegar con autobús.

  • SI QUERÉIS VER LA ZONA DE LOS CINCO LAGOS

Nosotros escogimos esta opción porque estábamos haciendo un Workaway en la prefectura de Yamanashi y decidimos acercarnos al lago de Kawaguchi y al bosque de Arashiyama, conocido con el nombre de El bosque de los suicidios. Fuimos hasta un pueblo conocido como Kawaguchiko, justo al lado del mismo lago Kawaguchi. Desde Kawaguchiko y una estación de tren cercana, Fujisan, salen una gran cantidad de buses hacia la Quinta Estación. El billete hasta la Quinta Estación nos costó 2000 yenes (15 euros) ida y vuelta desde Kawaguchiko y el trayecto dura tres cuartos de hora, más o menos. Os doy un consejo para no tener que ir a última hora corriendo a comprar los billetes, como nos pasó a nosotros. Los billetes no se compran en el autobús (como creíamos nosotros), tenéis que comprarlos en las taquillas de la estación de tren/autobuses (es la misma).

El lago Kawaguchiko, con sus peculiares barquitas que parecen sacadas de un manga de Shin Chan de hace 20 años

La imponencia del lago Kawaguchiko

Línea de espera del bus que nos llevó a la Fuji Subaru Line 5th Station. Recordad que el billete NO se compra al conductor, sino en la estación de tren (a 5o metros)

  • SI QUERÉIS IR DIRECTAMENTE DESDE TOKYO

En el caso de que estéis en Tokyo y no queráis pasar por Kawaguchiko o Fujisan, podéis coger el bus directo que sale desde una de las estaciones de autobuses más grandes del mundo, la Estación de Shinjuku, y que tarda unas dos horas y media. El billete desde Shinjuku cuesta 2500 yenes sólo ida. Son precios poco baratos, pero bueno, el transporte en el país del sol naciente es así. Al menos el servicio es la leche.

En tren:

Aunque resulte extraño (en Japón el transporte en tren es casi perfecto), no hay salidas directas desde Shinjuku hasta la estaciones más cercanas al Fuji: Kawaguchiko y Fujisan. No os confundáis, como he dicho antes, el segundo es el nombre de una estación de tren cercana a la de Kawaguchiko, no de la montaña. Para ir desde Shinjuku hasta Fujisan o Kawaguchiko en tren debéis coger la JR Chuo Line hasta Otsuki y posteriormente cambiar de línea y de compañía ferroviaria. Tendréis que ir desde Otsuki hasta Fujisan o Kawaguchiko en los Ferrocarriles Fujikyu.

UNA VEZ EN LA QUINTA ESTACIÓN…

Nosotros estuvimos una o dos horas melodeando por la Quinta Estación. Fuimos a ver las tiendecillas de souvenirs que hay por allí y cenamos algo de comer que nos habíamos traído de un Lawson o un Seven Eleven, en un pequeño comedor que hay habilitado por allí. Hay también un pequeño mirador desde donde se ven vistas chilas (las mejores las veréis arriba, así que si no subís os arrepentiréis). Hay sitios donde dormir y también donde comer. Es un sitio bastante completo, con dos o tres grandes edificios. En uno de los edificios te marcan con un sello la hora en la que sales hasta la cima. Te dan también otros sellos. Cuando vayáis a Japón llevad una libretita pequeña especialmente para poner sellos, porque los hay en muchos sitios como las áreas de servicio, los Lawson o los monumentos de interés. Personalmente esta es una de mis debilidades. De la Quinta Estación me arrepiento de no haber visitado el santuario. Simplemente, no lo vimos… y esto que más tarde comprobamos que está justo al lado y que el torii (que sí que vimos), te lleva hacia él (una cosa lógica ya que los torii siempre conducen a los templos sintoístas). Un error lo tiene cualquiera, pero con lo que me gustan los templos sintoístas me da rabia habérmelo perdido.

Caminando hacia la Quinta Estación

La quinta estación

Sólo por ver los dorayaki de Doraemon ya vale la pena subir al Fuji

Surtidor de agua que hay afuera de un pequeño comedor en el que comimos nuestra deliciosa cena. No es potable, es para lavarse las manos… los japoneses piensan en todo

LA SUBIDA: SIETE HORAS DE LARGA SUBIDA NOCTURNA

El paisaje durante la primera hora de camino fue I-N-C-R-E-Í-B-L-E. No puedo describir la sensación que tuve cuando era ya de noche e íbamos andando casi solos con solamente la linterna frontal y pude ver las luces de las ciudades que hay abajo del Fuji. Fue una sensación que nunca voy a olvidar. Me sentía tocado de alguna forma por la naturaleza y el entorno que rodeaba el sendero.

Comenzamos a las 20:00 h y fuimos avanzando hasta llegar a diferentes estaciones. La primera parte de Yoshida es suave, sin mucha subida, pero poco a poco se va volviendo más vertical, llegando al punto de que el camino hace una especie de ziga-zaga que hace que el ascenso sea más rápido pero eso sí, más duro. No veas con los ziga-zaga. En la bajada vais a notar mucho los ziga-zaga, ya que en el descenso de Yoshida hay una parte donde hay un largo tramo de este tipo.

Cuando parábamos en las estaciones, nos sentábamos en una especie de bancos súper chulos que tienen unas vistas muy bonitas (suelen estar en todas las estaciones), bebíamos agua, y volvíamos a caminar. Todo esto durante siete largas horas.

Hubo un tramo (a las tres o cuatro horas haber empezado) que se hizo muy pesado. Durante una hora aproximadamente, el camino era totalmente rocoso. Había momentos que teníamos que hacer pasos muy grandes para ir subiendo. Las piernas se iban fundiendo poco a poco, no nos quedaba más remedio que ir subiendo, estación a estación, con la calma. No os asustéis, no todo es sufrimiento, la sensación de estar sentado en una estación a 3.000 metros de altura mientras bebes agua y miras las luces de la civilización no tiene precio. En las estaciones también te sellan el palo del Monte Fuji en caso de que lo lleves. Nosotros lo sellamos tres o cuatro veces, no como algunos que vimos, que lo hicieron unas diez o veinte (pobre cartera).

Nos colamos en un refugio a las 6 horas de subida, para huír de la congelación y esas cosas… Estuvimos unos 30 minutos

Uno de los sellos del palo del Fuji. Al fondo se ve uno de los muchos refugios donde te lo sellan con acero caliente

Octava estación. ¡Cada vez queda menos!

Después de haber subido ya 1000 metros

Poco a poco fuimos subiendo tramos hasta que cada vez la noche se hacía más oscura y veíamos cómo empezaban a aparecer más y más personas. Conforme avanzábamos era más difícil encontrar tramos vacíos. Esto se debe a que hay mucha gente que pernocta en los refugios de las estaciones y sale justo a tiempo para llegar a la cima a ver el amanecer (como nosotros). Esto se llegó a complicar tanto que durante la última media hora había incluso un tramo con cola donde tuvimos que ir a un paso muy pero que muy lento. Esta parte fue la peor de todas, teníamos mucho sueño, hacía mucho viento, estábamos mal abrigados y no sabíamos si arriba podíamos tener algún tipo de refugio en el que cobijarnos. Nos poníamos en el peor de los casos, que era llegar arriba y ver que no había cobijo, y luego pensar en bajar durante 5 horas. En ese momento se nos cayó el mundo encima. Lo solucionamos sacando fuerzas de vete tú a saber dónde y finalmente hicimos la cima hacia las tres-cuatro de la madrugada. Cuando atraviesas el torii que hay al final del sendero te sientes más descansado que nunca, sobre todo pensando en las siete horas de subida que te acabas de comer.

LA CIMA

Una vez en la cima fuimos hacia una especie de refugio donde servían comida caliente. Era un sitio donde cabían más o menos 100 personas, con tres mesas muy grandes llenas de gente descansando y comiendo algo caliente. Nosotros, para variar, no compramos nada, ya que no queríamos ser atracados por los precios hipertrofiados de la cima del Fuji. Lo que nos preocupaba era descansar y refugiarnos del frío. Yo me puse a dormir durante 20 minutos hasta que Aina me avisó de que el Sol estaba saliendo. Salí corriendo del refugio para ver esa pasada de paisaje con el sol anaranjado. La salida del Sol en el Fujisan es una cosa impresionante, el color anaranjado que tenía el Sol no lo he visto en ningún otro lugar. Para hacerlo más bonito, te ponen una música emocionante para que te salten las lágrimas. Me resultó curioso ver cómo ponían la música justo cuando aparecía el Sol en escena.

Una de las ventajas que tiene subir por la noche es que durante el ascenso no ves nada excepto las luces de las ciudades que hay abajo (impresiona igualmente), eso hace que cuando sale el Sol te quedas flipando aún más con las vistas que hay. Es ese momento es en el que te das cuenta a la altura que estás, parece que mires desde una ventanilla de un avión. Se ven las estaciones que has ido subiendo por la noche muy pequeñas, como maquetas en miniatura.

Así estaba de rebentado nada más llegar

La salida del Sol

Abrigado como podía, contemplando nuestra recompensa

Después de ver el amanecer fuimos a dar una vuelta por la parte del cráter en la que habíamos llegado. Como os he dicho antes, dar la vuelta al cráter te lleva noventa minutos, un tiempo de caminata que nosotros no nos veíamos capaces de afrontar porque aún nos quedaba la bajada y nos estábamos pelando de frío. Nos perdimos pues la oficina de correos, que estaba en la otra parte, junto con el santuario de Fujisanhongusengen Okumiya. Fuimos a ver el santuario de Kusushi, que estaba en nuestra parte del cráter, donde nos pusimos algunos sellos más. También pudimos poner unos sellos bien chulos en una de las tiendecitas que había. Quiero recalcar que las casas que hay arriba, en la cima, no son edificios cualquiera, sino que son construcciones adaptadas a la climatología de los 3.700 metros de altura, una climatología que en invierno llega a los -20 grados centígrados y a rachas de viento de más de 100 km/h. Veréis que son casas protegidas con piedras volcánicas. Finalmente subimos a un pequeño turoncito que había en nuestro sector del cráter, donde pudimos ver un pequeño torii de madera que me encantó: cómo no, Japón reforzando la concepción que tengo de que es un país con símbolos en todas partes. Luego ya empezamos a descender.

Interior del cráter

Estas son las infraestructuras que tienen montadas en una parte del cráter. En la otra parte se veía más o menos un conjunto similar

El simbolismo sintoísta dice presente también en la cima del Fuji

Tablilla de madera ema del santuario que vimos en la cima

Banderitas de una de las casitas de la cima

Bandera japonesa que corona la cima de Yoshida. De las pocas que veréis en todo Japón fuera de edificios oficiales

EL DESCENSO

La primera parte del descenso fue especialmente dura psicológicamente, ya que teníamos que hacer mucha fuerza con nuestras piernas. Sin embargo, el descenso nos llevó menos tiempo del que habíamos creído. Bajamos en tres horas y algo, gracias a nuestra técnica de descenso durante la parte que antes os he comentado de los ziga-zaga. Bajábamos corriendo, una técnica que hacía que nuestros gemelos no se cansasen. Cuando estás tanto rato bajando un desnivel de tales consideraciones tus gemelos acaban destrozados y puede llegar a ser bastante duro.

Las vistas que teníamos durante el descenso eran preciosas, todo a ojo de pájaro, incluso es bonito ver los colores que coge la montaña. A veces negro, otras veces anaranjado, hasta el final del descenso, cuando la vegetación va apareciendo poco a poco y se mezcla con las tonalidades que tiene la arena.

El torii de la subida, visto desde el camino de descenso

Como una ventanilla de avión…

Una de las estaciones. Es impresionante el desnivel

Clapas de nieve que definitivamente se resistían a fundirse

¡Y pasamos al suelo anaranjado!

Disfrutando como nunca

Y llegamos al color verde… Símbolo de que las plantas ya pueden vivir en estas condiciones ambientales

Final! ¡¡¡¡¡Lo hemos logrado!!!!!

CONSEJOS

  • Si queréis ver el amanecer (cosa que os recomiendo) y subir más tranquilos, subid de noche. Empezad un poco antes de la hora de cenar.
  • No compréis comida o bebida en las estaciones porque es un atraco. Quizás es el único sitio de Japón donde realmente se aprovechan del turista ‘’a la forma americana’’, es decir, de forma sucia y rastrera. Sin embargo, aún me queda darles una oportunidad al pensar que esos precios se deben a los elevados costes de transporte de los productos, que no son fáciles de llevar hasta arriba.
  • Estad preparados psicológicamente, mucho más que físicamente. Aunque yo sufriera un poco físicamente (es normal, son 7 horas de ascenso), lo peor siempre es lo psicológico. Tenéis que saber mantener vuestra mente calmada y serena cuando estáis cansados y sabéis que aún os quedan 4 o 5 horas de ascenso. No es una caminata con caminos planos sino un ascenso continuo.
  • Consultad los partes meteorológicos uno o dos días antes. Aunque estéis durante la temporada de ascenso, hay días en los que la climatología da mucho por saco y es incluso peligroso subir.

ENLACES RECOMENDADOS

Web oficial para la escalada del Monte Fuji. Esta web es literalmente oro. Es lo más oficial y con amplias y actualizadas informaciones que podéis encontrar.