Os escribo desde Cholpon-Ata, uno de los pueblos más conocidos del Issyk-Kul, el segundo lago salado más grande del mundo después del Mar Caspio y, el más alto, después del Titicaca. El Oblast de Issyk-Kul está situado al este de Bishkek y ocupa una parte importante del territorio nacional. El hecho de que en Kirguistán no haya playa marítima hace que el Issyk-Kul sea escogido por la gran mayoría de los kirguisos (e incluso kazajos o rusos) como destino para pasar unas semanas de vacaciones. Cholpon-Ata, como he dicho, es uno de los más populares entre los locales. Otro de los más concurridos es Bosteri, al cual voy a dedicar el artículo de hoy.

Llevamos ya unos días por Cholpon-Ata, alojados en el Apple Hostel, albergue de la misma cadena en la que hice el voluntariado en Osh. Hemos estado la mayor parte del tiempo que llevamos en el lago por aquí así que ayer decidimos probar algo nuevo, ya que la playa de aquí ya la teníamos vista. Decidimos ir a Bosteri, el pueblo de al lado, ya que vimos algunas fotos en las que salían toboganes y montañas rusas y nos pareció realmente curioso.

Para ir de Cholpon-Ata a Bosteri cogimos una marshrutka que nos costó 30 som (40 céntimos) y nos llevó a Bosteri en 10 minutos de nada. La marshrutka iba para Karakol pero preguntamos si nos podían dejar allí. Al llegar nos encontarmos con el sitio más loco de todo el Issyk-Kul. Os lo voy a ilustrar en imágenes mientras os explico un poco qué es lo que podéis hacer y ver en Bosteri. Obviamente es un resort de playa, pero tiene algo especial.

Marshrutka de camino a Bosteri

SUBIR A UNA MONTAÑA RUSA

Esta debe ser una de las pocas montañas rusas de todo Kirguistán y está situada justo al lado de la playa. Seguramente si hubiésemos subido las vistas serían muy guapas, pero el problema es que un viaje valía 300 som, que son casi unos 4 euros. Si te pones a valorarlo, 4 euros por un sólo viaje es realmente caro, y la montaña rusa no es que fuese muy espectacular salvo por algún que otro looping y una bajada poco espectacular. Ese dinerito nos lo ahorramos y lo utilizamos en otras cosas. Se puede comer tres veces en Kirguistán con ese dinero.

En referencia a seguridad y estado de la montaña rusa, siempre hay el típico cuñao que os diría que por estar en Kirguistán es ya una montaña rusa insegura y que se va a estrellar seguro, pero tontos no son, aunque la parte de abajo estuviese descuidada, llena de malas hierbas, la montaña rusa cumple con la seguridad necesaria. No estaba en mal estado.

La montaña rusa de cerca

Preciosa estampa la de la playa de Bosteri

Otra perspectiva, para ver la cercanía de la noria

SUBIR A UNA NORIA CON VISTAS AL ISSYK-KUL

La noria estaba justo al lado de la montaña rusa y era una noria bastante alta. El precio no lo pregunté ya que mis opciones de subir estaban descartadas debido a mi miedo a las alturas, que tendría que ir ya superando, pero que quieras o no, cuesta. El precio seguramente debía estar entre los 300 – 400 som. (4 – 5 euros). Las cabinas eran realmente curiosas y para aquel que no tiene miedo debe ser una gran experiencia, ya que hay bastante cristal.

La noria, con sus cabinas pintadas en una infinidad de colores

TIRARTE POR TOBOGANES

A parte de ser un parque de atracciones, Bosteri también es un parque acuático. Hay como unos cinco toboganes e incluso una área para los niños pequeños con parques en los que jugar con agua. Todo esto está en la playa, de modo que cuando te subes a un tobogán caes al agua del lago. El precio por subir es de 500 som durante tres horas, es decir, pagas 500 y te puedes tirar indefinidamente durante 3 horas. Hay uno que es muy alto y te tienes que tirar con flotador.

El lugar donde comprar la entrada para los toboganes, justo debajo de ellos

La gente aprovechaba la sombra de los toboganes

COMER ALGO EN LOS INTERMINABLES CHIRINGUITOS

Bosteri está lleno de chiringuitos de todo tipo de comida, además de los correspondientes vendedores ambulantes. Hay de todo, incluso souvenirs, pero mayoritariamente lo que encontraréis es comida típica de Kirguistán, como el manti o el pelmeni, ya que es una comida que se come mucho. Además podréis encontrar sitios donde comprar hamburguesas, frankfurt, kebabs, shawarmas, refrescos, etc. Y todo a un precio increíblemente barato. Para comer pedí un frankfurt que me costó 50 som (65 céntimos de euro).

Además, como os he dicho, en las dos playas que he visitado de Kirguistán, es decir, Bosteri y Cholpon-Ata, hay muchos vendedores ambulantes que venden todo tipo de comida, desde pescado seco hasta algodones de azúcar. El pescado seco es tremendamente popular y lo encontraréis en muchos sitios.

Uno de los muchos puestos de comida

DESPUÉS DE COMER… ES LA HORA DE LOS HELADOS

Digo helados en plural porque con lo que valen en Kirguistán te puedes comprar más de uno. En todo el país encontraréis puestos callejeros de helados, escrito Морoженое en ruso. Bosteri no iba a ser menos y con el calor y el sol tremendo que hacía decidí comprarme uno, que me costó 30 som, es decir… ¡40 céntimos! Y es que ya os lo he dicho, si sois amantes de los helados, Kirguistán es vuestro lugar. Hay incluso puestos de helados a la moderna, donde te hacen los helados en rollitos. 

Mi helado de 30 som

Puesto de helados

Helados en rodajas, es muy curioso ver como los hacen

VER UNA PELEA DE SUMO

Sí, una pelea de sumo en una playa de Kirguistán, y es que en un puesto te dejaban luchar con otra persona mientras estáis metidos en una especie de disfraz acolchado de luchador de sumo, al más puro estilo de Humor Amarillo.

Dos amigos dándose palos

VER UN CAMELLO

Sí, el surrealismo cada vez es mayor, ya que encontrarte un camello no es una de las cosas que esperas encontrarte mientras veraneas en un lago a 1600 metros de altura. Nos quedamos flipando cuando vimos al animal andar por allí. Es el típico-pobre camello que usan para que los turistas se hagan fotos.

Pobre bicho

COMPRAR LECHE DE YEGUA EN UN YURT

Sí, comprar kumis en Bosteri también es posible. Después de probarlo por primera vez en la M41 hacia Osh no lo he vuelto a probar, así que esos pobres yurts tuvieron que esperar a otro comprador. Mola mucho pero ver como la gente vive en los mismos yurts.

Un lada al lado de los yurts… ¿Hay algo más kirguís que eso?

Después de pasar un gran día en Bosteri, era hora de volver, pero nos encontramos con un problema, que sólo había taxis para Cholpon-Ata, y las mrshrutkas que veíamos hacia nuestra dirección estaban llenas, así que nos tocó andar durante una hora y media. Afortunadamente este caminito nos sirvió para ver los preciosos carteles de entrada de los pueblos kirguisos, de la época soviética, e incluso un hipódromo. 

Cartel de entrada al municipio de Bosteri… Simplemente precioso

Cartel de entrada a Bereke. El trigo recuerda indudablemente a la época soviética

Otro cartel que data de la época socialista, con la otra parte del lago al fondo con los montes nevados