¡Hola de nuevo! En este artículo os voy a hablar del trekking de tres días y dos noches hacia el lago Ala-Kul que terminé justo hace unos días. Ha sido una experiencia muy gratificante, la cual estoy muy orgulloso de haber vivido (y sufrido, para qué nos vamos a engañar). A partir de esta experiencia intentaré haceros llegar mis consejos para que podáis disfrutar de este precioso trekking de la mejor forma posible. Antes de todo pero, para los que no sepáis qué es el Ala-Kul ni donde está, os dejo una pequeña introducción.

¿DÓNDE SE ENCUENTRA EL LAGO ALA-KUL?

Como ya sabéis a partir de mis últimos artículos, este verano me encuentro en la inexplorada Asia Central, concretamente en la República de Kirguistán, una de las joyas más escondidas del mundo. Durante estas dos semanas (casi tres ya), he estado viajando por diferentes partes del país: Bishkek, Osh, Cholpon-Ata… hasta que hace pocos días llegué a la ciudad de Karakol, la cuarta ciudad más grande de Kirguistán, en el este del país.

Karakol, más que ser conocida por ser una ciudad con muchas atracciones turísticas es conocida por la gran cantidad de excursiones, trekkings o senderismo que se pueden hacer en sus alrededores, dado que la ciudad, que por cierto situamos a unos 1.700 metros de altitud, está rodeada por montañas, las cuales llegan a los 4.000 metros de altura. Es pues una ciudad con unas vistas muy bonitas y con una temperatura no tan cálida en comparación con ciudades como Osh, donde los 40 grados son el plato de cada día en verano. Digamos que en Karakol, cuando se hace de noche, se puede palpar un fresquito que incluso te obliga a abrigarte.

Una de las excursiones o trekkings que se pueden hacer desde Karakol y, de hecho, el más conocido de todos, es el trekking hacia el Ala-Kul, un lago alpino que situamos a los 3.500 metros de altura, más que cualquier otro punto de nuestra Península Ibérica. De hecho incluso se superan los 3.800 metros en un punto del camino, el llamado Paso del Ala-Kul, justo en un costado del lago. Mi odisea por Kirguistán pues, me llevó hace unos días desde Cholpon-Ata, en el lago Issyk-Kul, hasta Karakol, para intentar hacer este trekking en tres días y dos noches.  

¿CUÁNDO IR AL LAGO ALA-KUL?

Si no sois alpinistas experimentados es muy recomendable ir solamente en temporada de verano, es decir, de junio como muy temprano hasta finales de agosto. Es muy importante hacer caso de esto, ya que en invierno el tiempo se puede volver muy feo en tu contra y tampoco se cuenta con las mismas facilidades que durante la temporada de verano. Digamos que hay menos infraestructuras trabajando y muy pocas personas hacen el trekking. Como he dicho si alguien hace el trekking en invierno es porque es muy experimentado y sabe lo que hace.

DIFERENTES CAMINOS

Hay diferentes formas de hacer el trekking hacia el Ala-Kul. Yo lo hice de la siguiente forma, en tres días y dos noches:

Primer día: Karakol – valle del río Karakol – Sirota campsite (6-7 horas)

Segundo día: Sirota campsite – lago Ala Kul – Altyn Arashan (9-10 horas)

Tercer día: Altyn Arashan – Karakol (2 horas en coche – 5 o más caminando)

Pequeño mapa que os he preparado para que veáis la ruta que he hecho, comenzando por el rojo y terminando por el amarillo

Por lo tanto, en el artículo os hablaré estrictamente de esta ruta y no mencionaré otras, ya que mi experiencia es en esta ruta. Hay gente que decide hacer el trekking a la inversa, comenzando desde Altyn-Arashan y finalizando en el valle del río Karakol, e incluso los hay que lo hacen en una sola noche o en tres o cuatro noches. Creo que la ruta que he escogido es la más apta para todo aquel que no tenga muchos días para hacer el trekking pero que tampoco lo quiere hacer con demasiada prisa.

¿QUÉ HAY QUE PAGAR?

Como gastos obligatorios solamente tenéis que pagar la entrada al Parque Nacional justo cuando lleguéis al principio del camino, cuando comienza el Parque Nacional. La entrada cuesta unos 250 som (3 euros) y si lleváis una tienda os cobrarán 150 som (2 euros).

A parte de pagar esto deberéis lógicamente pagar vuestra comida o alojamiento en caso de alojaros en algún yurt u otro lugar por el camino.

¿QUÉ INFRAESTRUCTURAS EXISTEN?

Alojamiento:

Yurts u otro tipo de alojamiento: A lo largo del trekking existen diferentes sitios donde puedes dormir y comer caliente, pero cabe recalcar que son escasos. Muchos de ellos son los tradicionales yurts. Estos son los que conozco, os los explico ordenadamente siguiendo mi camino:

  • En el valle del río Karakol, si continúas recto, en lugar de girar hacia la izquierda para ir al Sirota Campsite, hay un lugar con yurts donde se puede dormir. No estuve ya que giré a la izquierda, pero sé que existe.
  • 500 metros antes del Sirota Campsite se encuentra un pequeño asentamiento con carpas habitables donde venden refrescos y donde creo que se puede dormir.
  • 15 minutos después de pasar el Ala-Kul Pass hay otro asentamiento con yurts y tiendas en el que se puede pernoctar. (FOTO)

 

  • Altyn-Arashan. Es el asentamiento más conocido y grande de todos. En él encontrarás diferentes alojamientos. Desde yurts hacia guesthouses. Es un lugar muy conocido sobretodo por sus aguas termales, que suelen ir incluidas en la tarifa que pagas por dormir y comer, que suele ser de 10 euros aproximadamente. Más adelante os hablaré de él.

Yurts en Altyn-Arashan

Para todos aquellos que os queréis ahorrar el hecho de pagar una noche existe la opción de la tienda de campaña. Es una de las opciones más baratas si queréis ahorraros el hecho de dormir en un yurt pagando alrededor 10 euros aproximadamente. Sé que hay lugares donde las alquilan a lo largo del trekking pero no sé deciros realmente dónde. Yo tuve la suerte de que mi amigo Álex, un maño que conocí en Osh, me dejó su tienda, así que no tuve que buscarme la vida para conseguirme una.

Para poner la tienda existen algunas zonas de acampada a lo largo del trekking:

  • Sirota Campsite, situada tres horas antes del lago. Consiste una zona de acampada que incluso tiene una pequeña cabaña de madera donde vive un hombre que se dedica a quemar la basura que dejan los campistas. Se hacen algunas hogueras durante la noche.
  • Zonas de acampada en el Ala-Kul, a 3.500 metros. Existen dos zonas distintas de acampada en el lago, separadas por pocos minutos de caminata.

Sin embargo, lo bueno de llevar una tienda es que la podéis plantar donde os plazca, así que haya o no zonas de acampada, ir con una tienda es viable y la podéis poner donde queráis. Las desventajas de la tienda pero, son el frío que pasas por la noche en caso de no ir súper bien abrigado y el hecho de que hay que llevarla encima durante todo el trayecto.  

Sirota Campsite – Zona de acampada Sirota

Señalización:

El trekking hacia el Ala-Kul no está señalizado pero realmente es un camino fácil de hacer sin perderse. Al menos la parte que hice yo. Podéis descargaros una aplicación llamada MAPS.ME que os será de mucha ayuda ya que os indica el lugar exacto en el que estáis sin necesidad de tener Internet. Es mejor que Google Maps ya que este último no funciona offline y a veces los mapas no están cargados, cosa que hace que no puedas ver dónde estás. Yo supe por dónde ir durante la mayoría del trekking, salvo algunos momentos en los que dudé. Si tenéis más o menos un mapa mental del trekking y usáis un poco la lógica, no os perderéis. Lo mejor es seguir lo que parece siempre el camino principal.

Comida caliente:

Podréis encontrar comida caliente en la mayoría de los alojamientos que haya por el camino. Sin embargo no os fiéis mucho y llevad algo de comida para que en el peor de los casos no os muráis de hambre. Insisto también en el hecho de que los alojamientos son escasos a lo largo del trayecto salvo en Altyn-Arashan, donde hay más de cinco.

En caso de que vayáis con tienda de campaña sería inteligente llevaros un campingas para poder cocinaros vuestras cosillas. Eso sí, que no sea muy pesado, ya que carretear con cosas demasiado pesadas te puede amargar el trekking.

Fuentes de agua:

No os ilusionéis porque no encontraréis ninguna fuente de agua salvo que durmáis en Altyn-Arashan, donde hay algún que otro surtidor de agua en los alojamientos. Sin embargo, tampoco os asustéis, el agua no es problema, ya que durante el 90% del trayecto estaréis rodeados de ríos de los que podréis llenar vuestra botella. Si sois escrupulosos con el hecho de beber agua de un río comprad muchas botellas en Karakol o bien comprad pastillas purificadoras, pero ya os digo que el agua del río Karakol es una de las mejores que he probado en mi vida.

¿QUÉ LLEVAR?

Impermeable. Es más que necesario, casi cada día llueve por la zona del Ala-Kul, así que es mejor que protejáis vuestras cosas del agua imprevista.

Zapato de montaña. Yo hice el trekking con unas bambas, pero me arrepiento como el que más. A veces voy demasiado a la locura, ya que tampoco quería llevarme durante todo el mes unos zapatos que iba a usar solamente durante tres días. Es más que recomendable ir con zapatos de montaña ya que en muchas partes del tramo, si vas con bambas como un servidor, te puedes resbalar y si eres un poco desgraciado incluso herirte de gravedad. No sigáis mi ejemplo en este caso, llevad calzado de montaña.

Ropa de abrigo. Véase camisetas térmicas, un jersey que abrigue, camisetas de manga larga, pantalón largo y si es posible impermeable, etc. Tenéis que prever que vais a dormir a cero grados muy probablemente (si dormís en tienda) y que os puede pillar una lluvia mientras hacéis el trekking. En caso de que no durmáis con tienda, igualmente es casi obligatorio que llevéis ropa de abrigo, porque las temperaturas son muy traicioneras y durante la tarde hace mucho fresco, incluso frío. Nunca os fiéis de la montaña aunque sea verano, puede ser muy traicionera. Yo iba con una térmica de manga larga, una sudadera del decathlon, unos guantes y unos pantalones largos y aún así tuve frío por la noche (en tienda) durmiendo con todas esas prendas, un saco de dormir y una manta que me presté del hostel de Karakol. Me falló el hecho de no llevar un colchón o algo para ponerme debajo, ya que me llegaba el frío del suelo.

Mudas de recambio. Siempre es bueno llevar y si no lo hacéis os podéis arrepentir mucho. Os puede llover u os podéis manchar con el barro.

Unas chanclas o zapatos distintos a los que usáis para el trekking. Eso siempre va muy bien ya que así desconectas de los zapatos de montaña que probablemente estarán sudados, mojados o manchados. No es bueno acabar el trekking a las 16 y tener que estar durante toda la tarde con los zapatos que has usado durante el día. Es mejor llevar algo que sea limpio y cómodo para después de acabar los días de trekking y poder relajarte tanto en las zonas de acampada como en los alojamientos.

Toalla. Siempre útil, creedme, pero que no sea muy grande.

Una linterna pequeña, no es bueno perderse por la noche y no llevar nada para iluminarse. Además, si dormís en tienda, es probable que la necesitéis.

Botella de agua. Intentad comprar una de un litro y medio y rellenadla por el camino en los ríos que os vayáis encontrando.

Comida. Si tenéis previsto ir de alojamientos no os llevéis demasiado, solamente llevaos lo básico para matar el gusanillo durante el camino, como barritas energéticas, fruta o bien algunas galletas. En caso de ir con tienda, podéis optar por llevaros pan y embutidos, además de unos frutos secos que siempre van bien. Cada uno es diferente en esto de la comida, pero planificadlo bien para saber cuántas comidas necesitaréis.

Medicinas básicas en caso de enfermedad, del palo Ibuprofeno u Fortasec, para evitar malos trángulos.

Móvil / GPS del estilo Garmin, para orientaros, ya que no es un camino señalizado. Como he dicho antes, se puede hacer bien sin perderse, pero es mejor que llevéis algo para tener un mapa que consultar.

Bastones de senderismo. Yo lo veo más una pijada pero realmente te dan seguridad a la hora de bajar por el Ala-Kul Pass, que es un poco resbaladizo. Siempre van bien, pero eso sí, hay que llevarlos durante todo el viaje.

Algo para entreteneros durante las tardes que os quedan libres después de los trekkings, como por ejemplo unos crucigramas o bien una baraja de cartas. Eso ya depende de cada uno.

Bañador, si os da corte bañaros en las aguas termales de Altyn-Arashan en pelotas o ropa interior, con los otros clientes de la guesthouse.

Mi mochila y mi botella de agua

MI EXPERIENCIA EN EL ALA-KUL

En esta parte os narraré cómo fue1 mi experiencia, para que veáis más o menos de qué va la cosa y tengáis también alguna ilustración que os pondré en forma de fotos. Ya sabéis que a mi me encantan las fotos, así que no podían faltar. ¿Qué sería sino un post sobre el Ala-Kul sin las maravillosas fotos que se pueden tirar?

PRIMER DÍA: MIÉRCOLES 1 DE AGOSTO DE 2018 / VALLE DE KARAKOL – SIROTA CAMPSITE

Después de llegar el día anterior a Karakol desde Cholpon-Ata, me levanté en el Duet Hostel después de pasar una noche en un yurt de los que tienen en el jardín del hostal. Dormí en un futon y realmente me hubiese quedado mucho más rato durmiendo. El Duet Hostel es el hostal con más afluencia de trekkers de todo Karakol así que si queréis encontrar a un compañero de viaje este es el mejor sitio.

Interior del yurt en el DUET Hostel

Media hora después de levantarme, mientras desayunaba, coincidí en una de las mesas con Claudia, alemana, de unos 40 años, quien hablaba ruso además de inglés y alemán. Me dijo que ella también estaba planeando ir al trekking del Ala-Kul esa misma mañana e incluso me propuso que fuésemos juntos. Me alegré mucho ya que el día anterior pregunté a mucha gente del hostal si iba a hacer el trekking pero nadie me dio una respuesta afirmativa. Es curioso que encontrase mi compañera de viaje 5 minutos antes de partir. Nos preparamos durante unos minutos y salimos hacia la esquina del hostel, por la cual pasa la marshrutka número 101 hacia la entrada del Parque Nacional del Valle del río Karakol. La entrada al parque es la última parada de la marshrutka, que cuesta unos 10 som por persona si no recuerdo mal. Una vez allí, al caminar durante 10 minutos encontramos la entrada del Parque Nacional, donde tuvimos que pagar la tasa de 250 som más 150 por tienda que os he mencionado antes.

Entrada al Parque Nacional

A partir de aquí nuestra aventura comenzaba. Andamos durante 10 minutos más cuando de golpe un coche con 5 chicos nos dijo si queríamos que nos avanzaran un poco. La carretera sigue durante 15 minutos en coche, hasta que el camino es tan malo que sólo pueden pasar por él coches preparados de estilo todoterreno. El camino se vuelve malo justo cuando se ven las últimas casas del camino (luego solamente veréis las acomodaciones que os he comentado). El coche que nos recogió era de ciudad, así que nos dejó cuando el camino empezaba a ser malo. Nos ahorraron unos 30 minutos de caminata, que realmente agradecimos. Nos contaron que volvían de hacer el servicio militar y que se iban a celebrarlo.

A partir de aquí caminamos al lado del río Karakol durante unas dos o tres horas, que se me pasaron volando. Justo al comenzar vimos alguna tienda de miel, producto muy popular en Kirguistán. El paisaje, conforme vas avanzando, se vuelve cada vez más espectacular, hasta que llegas a una parte en que se puede apreciar la gran belleza del Valle de Karakol, un tramo en el que se puede ver el río de color turquesa. A partir de aquí seguimos recto con el mismo camino hasta llegar a una bifurcación que te ofrece cruzar el río por un puente de madera o seguir recto hacia un campamento de yurts que está más adelante. Nosotros cruzamos el puente de madera para dirigirnos al Sirota Campsite. Para ser sencillos: si vais al lago Ala-Kul y no queréis desviaros, el camino que tenéis que tomar es el de cruzar el río por el puente de madera. Una vez se cruza el río, te metes en una especie de bosque y el camino comienza a ser más exigente y vertical, de modo que es mucho más cansado. Estuvimos como unas dos horas subiendo hasta que llegamos al pequeño asentamiento que está situado 500 metros antes que la zona de acampada Sirota, el asentamiento que os he mencionado antes. No nos detuvimos y seguimos hasta nuestro destino final del día, el Sirota Campsite. Llegamos hacia las 16 de la tarde, habiendo empezado alrededor de las 9/10 de la mañana desde la entrada al Parque Nacional del Valle de Karakol.

Puesto de miel (myod)

Río Karakol

Las preciosas vistas que dejábamos atrás

La preciosidad del río Karakol de color turquesa

Ahí en la zona de acampada plantamos nuestra tienda cada uno e hicimos algunos amigos franceses e incluso de Madrid, todos ellos yendo con guías y chicos que les llevaban el equipaje. Nos encontramos también gente que subía directamente a dormir al Ala-Kul. Unos valientes ellos. Había como unas 20 personas entre todos en el Sirota. Además hay que contar el individuo que vive en la choza de madera que hay allí, que, como he dicho antes, se encarga de mantener la zona de acampada. Estuvimos lo que quedaba de día en la zona de acampada e incluso me eché una siesta. A ratos también comía, ya fuesen mis galletas o bien el pan con embutido ruso y queso que había comprado en el supermercado en Karakol. Hacia las 21 de la noche me fui a dormir. Ha sido la vez que he ido más temprano a dormir este año, eso os lo aseguro, ya que no soporto ir a dormir antes de las 11-12.

El individuo de la choza, y su choza

La comida que me traje para todos los días, sabiendo que el último comería en Altyn-Arashan

SEGUNDO DÍA: JUEVES 2 DE AGOSTO DE 2018 / SIROTA CAMPSITE –  ALA KUL – ALTYN ARASHAN

Este iba a ser el día por excelencia, un largo día de ascenso y duros caminos hasta llegar a Altyn-Arashan y sus aguas termales. Sin duda, una gran recompensa. Estuve pensando durante todo el día en las aguas termales que me esperaban en Altyn-Arashan, ya que desde que fui a Japón soy un fan de las aguas termales.

Me levanté hacia las 7:15 y a las 7:20 ya tenía a Claudia delante de mi tienda con la suya recogida y ella preparada y desayunando. Esos alemanes… Me preparé lo más rápido que pude y, después de desayunar unas galletas, nos dispusimos a subir hasta el Ala-Kul, que veríamos en 2-3 horas. Cabe recalcar que el Sirota se encuentra a 2.900 metros, el Ala-Kul a 3.500 y el Ala-Kul pass a 3.800, mientras que nuestro destino final, Altyn-Arashan, se encuentra a 2.500 metros de altura. Sin duda iba a ser un día duro de ascensos con la gran recompensa del tranquilo descenso hacia Altyn-Arashan.  

Despertándome

Comenzamos un poco más tarde de las 7:30 y poco a poco fuimos subiendo. El terreno hacía mucha subida así que estuvimos subiendo sin encontrar ningún terreno plano durante dos horas y algo para llegar al lago Ala-Kul. Los 10 primeros minutos de caminata fueron lo único plano que encontramos. La subida está bien y es bonita ya que se hace paralelamente al río que cae del lago Ala-Kul, así que las vistas son muy bonitas.

Riachuelo que baja del Ala-Kul

A mitad de camino entre Sirota y Ala-Kul

Camino que nos quedaba para llegar

Hacia las 10 de la mañana conseguimos llegar al lago. No se veía todo ya que la otra parte estaba tapada por más montañas que teníamos delante. Conforme íbamos avanzando por el camino que hay en la parte norte del lago, unos metros por encima de éste, íbamos viendo cada vez más su totalidad. En esta primera parte que os he mencionado del lago, se encuentra una de las zonas de acampada que hay al lado de éste. La otra zona está más adelante.

Panorámica de la primera parte que vimos, la zona de acampada no se ve en esta foto pero estaba por allí

La primera impresión que tuve fue la de un lugar maravilloso y súper escondido entre las montañas, e inmediatamente pensé en el primer individuo que llegó al lago, un hombre apellidado Putimtsoff, concretamente en el año 1811. Fijaos en las pelotas que había que tener para escalar hasta tal lugar con los pocos recursos que tenían entonces. Me arrodillo ante él. Poco a poco fuimos siguiendo el camino que hay y que recorre la parte norte del lago. Hay que recalcar que el camino que seguimos no está a la misma altura que el lago, sino un poco más alto. En caso de que queráis ir a tocar el agua del lago, deberéis bajar unos cuantos metros y luego volver a subir para coger el camino que lleva al Ala-Kul pass, a 3.800 metros de altura.

Aquí podéis ver a la altura que está el camino, mirad la segunda zona de acampada del lago al fondo

Nosotros, debido a que aún nos quedaba uno de los tramos más difíciles del camino, la subida hacia el Ala-Kul pass, decidimos no pararnos hasta que llegásemos a la cima de éste y por lo tanto poder descansar con la consciencia tranquila, con las vistas del lago, y sabiendo que lo que nos quedase por hacer sería sólamente bajada. Así que no nos paramos en el lago y seguimos por el camino que os he comentado hasta llegar a la cima del Ala-Kul pass. Estuvimos haciendo este camino durante más de media hora. Os explico: el problema de la subida hacia el Ala-Kul pass es que el desnivel es muy elevado y que se suben unos 300 metros en muy poco rato, así que los músculos de las piernas y las rodillas sufren como lo que más. Sin embargo, lo que más me rebentó a mí es la cabeza, ya que no paraba de pensar en todo lo que me quedaba por subir cada vez que miraba hacia arriba. Poco a poco lo fui logrando, pero hubo algunos momentos que estuve bastante cansado. Además, uno de los factores negativos que tiene esa subida es el terreno de gravilla y el hecho de que no hay vallas, de modo que si resbaláis os podéis caer y haceros mucho daño. Vigilad mucho e id con cuidado, sin haceros los héroes. La seguridad de uno mismo es lo más importante, y más aún cuando no viajas con seguro médico, como un servidor.

Una vez allí arriba te quedas alucinado con las vistas que hay. Se ve el lago entero, el glaciar de Karakol en la parte sur de éste y muchas montañas nevadas detrás del lago. Son montañas que impresionan y que te transmiten un respeto muy grande, dada su altitud, mayor a los 3.500 metros. Se ve incluso un pequeño lago con forma de corazón. Cuando estéis arriba del Ala-Kul pass no os podéis perder el hecho de subir al pequeño turoncito que hay, desde el cual las vistas son aún más impresionantes. Ese es el punto más alto del paso, superando los 3.850 metros de altura. Es el punto más alto al cual he estado, seguido por el maravilloso Monte Fuji, cuyo post podéis ver aquí.

IMPRESIONANTE

El glaciar de Karakol y el pequeño lago acorazonado

La misma foto pero más lejana

Sólo una palabra: respeto

Después de estar durante 15 minutos arriba del paso (creedme, para mí fueron suficientes ya que con el vértigo que tengo no podía tampoco aguantar mucho ahí arriba) nos dispusimos a hacer el último tramo de emociones fuertes que nos quedaba por hacer antes de disponernos a bajar tranquilamente hacia Altyn-Arashan: la bajada del Ala-Kul pass, y es que todo lo que sube… baja. Concretamente 200-300 metros en media hora. La bajada está justo a continuación de la subida por la que habréis subido, pero me dijeron que justo al lado del turón que os he comentado había una bajada más ‘’potable’’. Nosotros bajamos por la que hay justo a continuación del lugar al que se llega cuando se sube desde el lago.

Si tenéis zapatos malos como yo y encima tenéis vértigo, durante los cinco primeros minutos tendréis pánico y maldeciréis el hecho de haber subido hasta allí arriba. Sin embargo, cuando descubráis que podéis bajar casi sentados, con el culo al suelo y que cada vez es un camino más seguro, os tranquilizaréis y veréis que tener los zapatos llenos de tierra y el culo de color arena habrá valido la pena, dado el desnivel que habréis bajado en tan poco tiempo. Fue una experiencia realmente fuerte, principalmente durante los 5 primeros minutos, pero por suerte me tranquilicé al bajar sentado. 45 minutos después de empezar a bajar nos encontrábamos ya en el diminuto asentamiento que hay justo después de bajar el Ala-Kul pass, justo después de cruzar un pequeñísimo río que baja de las montañas. De hecho, desde lo alto del Ala-Kul pass el asentamiento ya era visible.

El asentamiento visto desde el Ala-Kul pass

Nos detuvimos durante 15 minutos para comer y digerir la bajada que acabábamos de hacer. En el asentamiento había unos caballos y Claudia preguntó si había alguno libre (la mujer era experta en el ramo del caballo y había estado viviendo tres años en Kirguistán de esto) para poder bajar, pero le dijeron que no. Tocaba ir hasta Altyn-Arashan caminando (el camino desde el Ala-Kul pass hasta Altyn-Arashan es todo recto hasta que en un tramo tienes que girar a la izquierda para seguir el río Arashan, valle abajo).

Empezamos a caminar y yo me adelanté un poco, hasta que ya ni veía a Claudia, seguí bajando durante una hora – hora y media, por una naturaleza preciosa, al lado de un río, hasta que me empezó a llover y tuve que resguardarme en un árbol durante un cuarto de hora. El tiempo ahí arriba es realmente cambiante e imprevisible, de modo que casi nunca puedes saber qué tiempo hará la siguiente hora. Justo saliendo del árbol, con el cielo aún un poco lluvioso, oigo una voz gritándome, era Claudia. El destino nos volvió a reunir. A partir de aquí nos encontramos con una pareja de españoles que iban guiados y lo aprovechamos: fuimos al lado suyo para no perdernos hasta Altyn-Arashan. Cinco minutos después de encontrarnos con los españoles, llegamos al punto en el que hay que girar a la izquierda, cruzando el río que hacía rato que veíamos, para ponernos en paralelo al río Arashan que es más grande y el cual llega hasta el asentamiento de Altyn-Arashan. Para girar a la izquierda hay que cruzar el río más pequeño que os he mencionado por un tronco de madera que actúa como puente. Temí por la temperatura de mi cuerpo al imaginarme dentro del agua mientras cruzaba, pero hubo suerte y no me caí, el tronco es bastante seguro.

Camino de bajada

Claudia cruzando por el tronco

Después de cruzar estuvimos como una hora andando al lado del río Arashan, hasta que vimos el asentamiento. Una vez allí, los españoles se fueron al primer alojamiento, consistente en yurts, y nosotros nos fuimos al alojamiento del amigo de Claudia (sí, no me digáis cómo, pero la mujer conocía al dueño de un alojamiento de yurts). El alojamiento está casi al final del asentamiento de Altyn-Arashan y se llama Guesthouse Gulnara. Como he dicho consiste en unos 3-4 yurts de 4 camas cada uno como alojamientos (también había uno para dos personas) más el yurt grande que actúa como comedor, sumado a una casa en la que dormían los trabajadores y un sitio que actuaba como cocina. Llegamos a las 15 aproximadamente y nada más llegar nos ofrecieron un té caliente con galletas. El precio de la Guesthouse Gulnara es el siguiente e incluye:

 

ALOJAMIENTO EN UN YURT

ENTRADA A LAS AGUAS TERMALES PRIVADAS

CENA

DESAYUNO

1.200 som (15 euros) por persona

Os dejo unos folletos informativos de otras guesthouses para que comparéis precios. Yo realmente podría haberme ahorrado 200 som yendo a otra guesthouse pero tampoco le iba a hacer el feo a Claudia, ya que habíamos estado todo el trekking juntos pues lo acabábamos juntos.

Ahora os explicaré como fue mi alojamiento en la guesthouse Gulnara.

ALOJAMIENTO EN LA GUESTHOUSE GULNARA

TÉ CON GALLETAS

Es realmente algo que tomé varias veces allí. Te lo dan al yurt-comedor, que es más grande que los otros yurts y tiene mesas en lugar de camas. Cuando llegas es el primer lugar al que te llevan. El té (es té negro) se sirve de la siguiente manera: coges el termo de agua caliente y rellenas el pequeño bol, posteriormente coges la tetera con té y lo viertes en el vaso, de este modo se mezcla y tienes un delicioso té negro. Mientras te lo bebes tienes un plato con galletas de té y algunos caramelos de sabores de fruta, además de un bol con mermelada de frutas del bosque (que se añade al agua caliente) y una especie de mantequilla kirguisa, es decir, amarga, aunque no lo era mucho. Había también trozos de pan para servirse.

Disculpad la calidad de la imagen pero estaba oscuro

CENA – 18:30

Se sirve también en el yurt-comedor y consistía en un plato de ensalada y otro plato con carne, patatas y verduras cocidas, llamado dimlama. Tengo la sensación de que debido a la llegada de muchos turistas vegetarianos, los dueños acomodan el menú y lo hacen menos tradicional, es decir, con menos carne. Mientras se cena no te dan agua, sino té negro.

La ensalada

El segundo plato, dimlama

DESAYUNO 8:30 – 9:00

Fue muy curioso, a parte del té negro con todo lo que lo acompañaba, para desayunar había… ¡Lentejas! Estaban buenísimas. En Kirguistán las lentejas no son como en España, se parecen pero tienen algunas diferencias. El caldo de las lentejas kirguisas es más colorido y lleva otros ingredientes.

COMIDA – 12:00

Me invitaron a comer el día siguiente, es decir, el tercer día de mi trekking, realmente se cubrieron de gloria, ya que debía quedarme en el alojamiento hasta las 16 de la tarde y no querían que me muriese de hambre. Luego os explicaré por qué no me fui andando por la mañana.

HOT SPRINGS – AGUAS TERMALES

Lo digo en inglés porque es el idioma en el que está indicado, ya que Altyn-Arashan es mayoritariamente un asentamiento dedicado a los trekkers occidentales, no os esperéis sin embargo un sitio súper occidentalizado, ya que tampoco lo es. Existen dos tipos de aguas termales: las privadas y las gratuitas salvajes. Aquí en Atravesando Aduanas, pudimos probar las dos, las primeras a las 20 del día 2 de agosto, y las segundas la mañana siguiente.

  • Aguas termales privadas

Como os he dicho, en lo que pagué entraba el hecho de poder ir a las aguas termales privadas, así que para nada lo desaproveché. Nos citaron a mí y a los demás clientes, con los que ya habíamos socializado, a las 20 en los hot springs, situados a 5 minutos a pie de la Guesthouse Gulnara. Los hot springs a los que nos enviaron eran propiedad de la Guesthouse Elza, una que podéis ver en los folletos que os he pasado. Están justo al lado del río, en una pequeña choza de madera, y consisten en una zona donde te puedes cambiar con una pequeña cortina y un banco en el que dejar las cosas, junto con una piscina hecha con cemento y baldosas, con el agua muy caliente, que no llega a los 40 grados pero se acerca. Yo me llevé el bañador pero realmente no me daría corte meterme en ropa interior. Estuvimos allí durante una hora, y a ratos nos metíamos en el río (a cinco pasos de las aguas termales) para congelarnos y poder volver a las calentitas aguas termales. Cabe destacar que el agua al final te deja aturdido de lo caliente que está y acabas sentándote en el borde de la piscina, metiendo solamente las piernas. Fue una experiencia muy chula. A parte del bañador me llevé una toalla de la guesthouse y me cambié en el yurt, no allí.

Casetas con hot springs en el interior

  • Aguas termales gratuitas

Se encuentran 15 minutos valle abajo de Altyn-Arashan, es decir, hay que seguir en dirección Karakol hasta que os encontraréis con una bifurcación justo al final del asentamiento. Tendréis que girar a la izquierda y en diez minutos os encontraréis con diferentes aguas termales, que están en medio de la naturaleza pero que son piscinas hechas por el hombre. Son completamente gratuitas y están justo al lado del río. Claudia y yo nos pasamos media hora en una, a la que hay que subir por unas escaleras en las que hay que vigilar de no caerse. El agua en esa piscina tenía olor a… ¡Azufre! Y venía de dentro de las rocas. Es un agua menos caliente que la de los hot springs privados, de modo que si estás media hora como nosotros al final acabas cogiendo un poco de frío si no hace Sol. Me gustaron más que las privadas, no solamente por el hecho de estar en medio de la naturaleza y al lado del río, sino también por el hecho de que estaban menos calientes y se podía permanecer durante mucho rato en el agua. Os dejo unas capturas hechas a través de maps.me para que veáis cómo llegar y como no podían faltar, las fotos de los hot springs.

Debéis seguir el camino hacia arriba en el mapa

Luego en la bifurcación que veréis, debéis girar a la izquierda

Paraíso

Claudia en el hot spring

Disfrutando como nadie

Las rocas que veis arriba a la derecha son el hot spring

Otro de los hot springs que encontraréis por la zona, que simboliza una boca de una rana (arriba tiene una corona y unos ojos)

Para terminar con Altyn-Arashan os dejo algunas imágenes del asentamiento:

TERCER DÍA: VIERNES 3 DE AGOSTO DE 2018 / ALTYN ARASHAN – KARAKOL

El día final de mi trekking comenzó con el desayuno que ya os he contado, de la mejor manera posible, es decir, desayunando lentejas. Después Claudia y yo nos fuimos para las aguas termales gratuitas que también os he contado, y después, a las 12:00 me invitaron a comer. Antes os he dicho que a las 16 me tenía que ir, pero aún no sabéis el motivo. La respuesta es que dos de los clientes con los que compartí baño en el hot spring privado me dijeron que tenía sitio en el coche que tenían contratado para bajar hasta Karakol, si quería. El único inconveniente era que tenía que esperar hasta las 16 de la tarde. Yo, deseoso de evitarme unas 4-5 horas de bajada a pie, no me negué. Y así fue, a las 16 volvieron de hacer el trekking (ellos se levantaron a las 5 AM en Altyn-Arashan, fueron hasta el lago y volvieron a las 16) y nos subimos en un antiguo pero arreglado jeep soviético 4x4 que nos llevaría hasta Karakol a través de unas duras carreteras. Y es que el viaje en coche hasta Karakol desde Altyn-Arashan dura unas dos horas. Es sorprendente que dure tanto pero cuando veáis los sitios por los que tiene que pasar el coche lo entenderéis. Las dos horas que estuve en el coche bajando fueron de lo peor. El coche casi escalaba algunas rocas y casi nunca iba por terreno plano hasta que llegó a Ak-su, un pueblo situado antes de Karakol. Fue una experiencia inolvidable que, además me salió gratuita y me dejaron en el DUET hostel, el hostal donde tenía parte de mis cosas guardadas (para no tener que llevarlas encima, como por ejemplo el ordenador) y el sitio en el que pasaría la noche del 3 al 4. Si os preguntáis que fue de Claudia, ella se quedó en Altyn-Arashan unos días más en el alojamiento de su amigo kirguís.