Este diciembre, disponiendo de seis días libres, decidimos hacer una ruta en coche por la parte este de Marruecos (volando a Nador desde Barcelona). Esta parte es también conocida como L’Oriental, una de las regiones menos pobladas y más desconocidas del país norteafricano. Una de sus ciudades es Figuig, la más oriental de Marruecos (sin tener en cuenta el pequeño pueblo de Iche), rodeada casi por completo de territorio argelino. Lo interesante de esta pequeña ciudad es que está además aislada, puesto que está solamente comunicada por una carretera con el resto de Marruecos. Es un lugar tremendamente condicionado por su situación geográfica.

Para que entendáis mejor la magnitud de su aislamiento, echad un ojo a estos dos mapas:

mapa de figuig en marruecos

Situación de Figuig en Marruecos

Situación de la ciudad de Figuig

Aquí podéis ver cómo de rodeada está por Argelia

LA CARRETERA HACIA FIGUIG

La única carretera que te lleva a Figuig (N17), desde Bouarfa, es una pasada en lo que a paisaje se refiere. La carretera está rodeada de un paisaje desértico muy árido y por ella misma te encuentras muy pocos coches. La sensación de libertad yendo por un camino así no tiene precio. El apartado del viaje por carretera lo trataré mejor en otro post, pero os dejo algunas imágenes para que veáis. 

carretera hacia figuig
señal de camello en figuig

Sorpresivamente, a pesar de ver solo dos camellos, vimos muchas señales como esta

carretera de figuig

ENTENDIENDO FIGUIG

Antes de enseñaros qué es lo que hay en Figuig y qué es lo que hicimos por allí, introduzcámonos un poco en lo que es la ciudad en sí.  

Figuig es una ciudad de unos 10.000 habitantes y es casi como lo que vendría a ser un oasis (mirad como resalta el verde en el mapa anaranjado), puesto que la ciudad más cercana a la que se puede acceder es Bouarfa, a 100 quilómetros de distancia al oeste. Cuando digo que está en el culo del mundo, es porque lo está. Entre Bouarfa y Figuig NO hay gasolineras, así que aseguraos de repostar antes de aventuraros en el desierto camino a Figuig.

Este precioso oasis se vio tremendamente afectado por la clausura de la frontera entre Marruecos y Argelia, en 1994, a raíz de un atentado que tuvo lugar en un hotel de Marrakech, en el cual se cree participaron agentes secretos argelinos. Antes de la clausura, Figuig no estaba aislado, y era un lugar de paso para aquellos que transitaban entre ambos países. Figuig es un lugar condenado a la dependencia de ese tránsito. Su situación, alejada de cualquier núcleo de actividad económica de Marruecos, no contribuye. Desde la clausura de la frontera la población ha bajado considerablemente, siendo gran parte de ella emigrantes que han tenido que abandonar el país para buscar otras oportunidades fuera. 

En lo que a características lingüísticas se refiere, Figuig es una ciudad muy interesante. La mayoría de la población habla Darija (dialecto marroquí del árabe) y berber / amazigh (concretamente un dialecto llamado sur-oraní). En esta tabla de la provincia de Figuig (2014) que he encontrado en las catacumbas del Instituto de Estadística de Marruecos, se puede entender muy bien como es el panorama lingüístico. Esto es provincial, particularmente en la ciudad de Figuig en sí es probable que varíe en favor del amazigh. 

Figuig, sin embargo, con la llegada de la electricidad (ya hace tiempo) e Internet, se está uniendo a esta aventura llamada globalización de la que todos formamos parte. En otra intensidad que Barcelona, eso es obvio, pero poco a poco se va adaptando a las formas occidentales de vida, que conciben el progreso tecnológico como vía única para las sociedades (algo triste desde mi punto de vista). El debate conservación identitaria-globalización es uno de los más controvertidos a mi parecer. 

La ciudad se divide en siete comunidades, conocidas en amazigh como Ighermawen (Laabidate, Loudaghir, Ouled Slimane, Lamaiz, Hammam Foukani, Hammam Tahtani). Físicamente cada comunidad constituye un ksar (alcázar en español), una especie de fortificación en torno a la cual se organizan los núcleos poblacionales. En nuestro vocabulario, los podemos entender como barrios, para no complicarnos, pero un ksar es más que un simple barrio, puesto que tengo entendido que el tema del parentesco tiene algo que ver. Tampoco me quiero meter más en el tema, ya que tampoco conozco perfectamente el contexto. 

Os dejo un interesante mapa que identifica los 7 ksour de Figuig. Lo que no es amarillo son zonas agrarias.

¿QUÉ NOS ENCONTRAMOS EN FIGUIG?

Para la industria turística Figuig es prácticamente inexistente. Simplemente no hay turismo, salvo alguna expedición esporádica de viajeros que recorren el desierto en coches. Su ubicación hace que esté apartada de cualquier tipo de actividad turística. Sin embargo, Figuig es una ciudad única por su falta de contaminación en ese sentido y, todo lo que ves es básicamente como es. Nadie se eforzará en maquillar la ciudad ni adaptar sus costumbres para agradar a ningún tour de alemanes jubilados con dinero. Os dejo una pequeña listita de las cosas que hicimos nosotros. 

VISITAR PALMERALES REPLETOS DE DÁTILES

En medio de este lugar tan árido, podemos encontrar muchos palmerales repletos de palmeras datileras, que constituyen una de las principales explotaciones agrícolas de la ciudad. Los palmerales forman parte de la identidad de la ciudad. En la parte más sur es donde se encuentran la mayoría de los palmerales. Nosotros nos metimos en uno de ellos y realmente son como un oasis en la sequedad del lugar, un sitio donde puedes agarrar un poco de sombra. Al ser diciembre la temperatura era buena (alrededor de los 20ºC) pero imagino que en verano debe ser una pesadilla. Había muchísimos dátiles. 

palmeral en figuig marruecos
palmeral de figuig, marruecos
palmeral de figuig, marruecos
dátiles en una palmera de figuig
sergi con unos dátiles en figuig
casita al lado del palmeral

Probamos los dátiles y he de deciros que estaban bien buenos, y eso que no soy precisamente un amante de este mítico manjar de tantos países árabes.

DORMIR EN UN HOSTAL TRADICIONAL

Llegamos tarde por la noche a Figuig, después de un largo día de viaje, pero no sabíamos si encontraríamos algún hostal en la ciudad. Utilizando el MAPS.ME (La mejor app de mapas offline) pudimos encontrar dos hoteles. El primero no tenía muy buena pinta, mientras que el segundo, la Maison d’hôte Ajdir, resultó ser una chulada. Entré a preguntar y por suerte uno de los propietarios era joven y hablaba el francés. Nos costó 50 MAD la noche por persona (5 euros). Estaba súper limpio, era acogedor y los dueños eran súper amables.

hostal en Figuig
hostal en figuig zona común

La zona común del hostal

DESAYUNITO EN EL CENTRO DE LA CIUDAD

La ciudad tiene una parte más céntrica, que es donde se encuentran la mayoría de los comercios y los bares (no hay muchos). Os hablo de la zona norte, alrededor del ksar Ouled Slimani. Al ksar Zénaga, en el sur, no llegamos a ir, y debo decir que me arrepiento, ya que es una área bastante chula por lo que parece. 

Fuimos a tomar uno de esos generosos desayunos que uno se puede encontrar en Marruecos, con una tortilla, queso, aceite de oliva, mucho pan, una garrafita de agua (no recomendable beber, ya que suele ser agua de difícil convivencia con nuestro estómago) y un pedazo de café con leche. Todo por como mucho 20 MAD por persona creo recordar (2 euros). 

desayuno en un bar de figuig

El pedazo de desayuno

bar del pueblo de Figuig

El café del pueblo 

restaurante en figuig

Este es prácticamente el único restaurante que vimos en esta zona de Figuig

ECHÁNDOLE UN OJO A LA CIUDAD

Estuvimos una noche en Figuig y, bueno, la verdad es que tampoco preveíamos estar más días si queríamos continuar con nuestra ruta y llegar de nuevo a Nador sin perder el vuelo. Nos movimos generalmente por la parte norte de la ciudad. Aquí van algunas fotos de lo que pudimos ver. Hay también una especie de mercadillo que estaba cerrado justo el día que estuvimos nosotros, lo cual es una lástima. 

Como podéis ver Figuig es una ciudad muy tranquila, sin mucho ajetreo y aparentemente sin mucha vida. Es el perfecto retrato de ese lugar que ha perdido su actividad económica principal, quizás un poco de la misma manera que Detroit, aunque sean casos incomparables. No obstante Figuig es una ciudad única por todo ese conjunto de características inusuales. 

coche antiguo en Figuig

Este coche parece un testimonio vivo del fatídico día que se cerró la frontera

parada de venta de dátiles en figuig

Venta de dátiles en la plaza del pueblo. Directos de los palmerales.

colonización marroquí en figuig

Figuig parece olvidada a nivel de infraestructuras, pero no en el sentido de recordar quién manda

Figuig por la noche

La arquitectura de la ciudad no varía mucho de estas tonalidades amarillas-anaranjadas

trozo de pollo en una calle de figuig

Eso es lo que tiene comerciar con materia tan prima

coche en la noche de figuig

Otro coche, listo para alcanzar los 40 km/h

gasolinera shell in Figuig

Repostando en un Shell old school

autoescuela en Figuig

Una autoescuela. El precio del carné debe ser 20 veces más barato que en España.

¿UN CONTENEDOR DE BARCELONA?

Estaba yo empanado por la ventana del coche y de golpe mi cerebro me dice que algo no me cuadra. ¡Estaba leyendo algo en catalán! Me fijé bien y resultó ser un contenedor de Barcelona. En la ciudad más aislada de Marruecos. Viajar a veces te brinda unas sorpresas que, aunque se presenten en la forma de un contenedor, no tienen precio. ¿Cómo habría llegado esta reliquia hasta aquí? ¿Nos compran contenedores de segunda mano?

contenedor de barcelona en la ciudad de Figuig, Marruecos

Este tipo de contenedores ya no existen en Barcelona…

¿QUÉ INFRAESTRUCTURAS HAY EN FIGUIG?

Mi principal miedo al ir a una ciudad tan aislada de la que tenía pocas informaciones actualizadas en Internet era el de no poder encontrar infraestructuras básicas, como un lugar para dormir o una gasolinera. En Figuig las infraestructuras están, pero no hay mucha variedad. En Figuig encontraréis hoteles (pocos), bancos, alguna gasolinera, un hospital, farmacia, lugares donde comprar comida, cafés… Eso sí, repito que no hay muchos donde elegir. En la parte norte de la ciudad nosotros encontramos poca variedad, pero también está la parte sur, el ksar Zénaga, a la cual no fuimos. En resumen, la subsistencia es definitivamente posible en este recóndito asentamiento del este marroquí.

carteles indicando infraestructuras en figuig

Carteles indicando infraestructuras en Figuig

bancos en figuig

Bancos en la calle principal

Y bien, hasta aquí llegamos con nuestra segunda entrega sobre suelo marroquí.

Seguiremos hablando de Marruecos en futuros posts. ¡Gracias por leer! 🙂