Hace tiempo que tengo ganas de escribir sobre Israel, un lugar distinto, fuera de lo común, un lugar inigualable en muchos sentidos. Muchos lo ven como un oasis en Oriente Medio, dada su tolerancia respeto a muchos temas (la comunidad LGTBI, por ejemplo). No obstante, como muchos sabréis, Israel es sinónimo de controversia. Desde su fundación, en 1948, Israel no ha hecho más que formar parte de la polémica: guerras, invasiones, adhesiones, asentamientos ilegales… Israel es un lugar donde la política y la religión forman un papel muy importante.
Hace ya un año de mi segunda visita a Israel, en 2019. Anteriormente, ya había tenido el privilegio de visitar este apasionante país mediante una visita a su ciudad más sureña: Eilat. Una vez allí, me quedé con muchas ganas de ir a sus dos ciudades por antonomasia: Tel Aviv y Jerusalén. Si uno no las visita, raramente podrá entender lo que es Israel.
Tel Aviv y Jerusalén son dos ciudades muy diferentes. La primera es conocida por ser la ciudad más abierta de Oriente Medio, como una especie de lugar en el mapa para la comunidad LGTBI, a parte de ser un gran hub financiero. Hoy en día, es difícil encontrar ciudades tan abiertas en Oriente Medio, como anteriormente lo fueron Beirut e incluso Alejandría. Actualmente, en un panorama donde prima el fundamentalismo, no es fácil encontrar núcleos de tolerancia.
Jerusalén, por su parte, no necesita introducción, puesto que es una ciudad sagrada para las tres religiones del Libro: el judaísmo, el islam y el cristianismo. Jerusalén es un lugar en el que se palpa una aura de espiritualidad que difícilmente encontrarás en otros sitios. Es una ciudad que no puede ser explicada en un simple post, dada su complejidad, pero haré lo que esté en mi mano.
En este inusual artículo, uno de los que más tiempo me ha llevado escribir, os aporto veinticinco perspectivas sobre Tel Aviv y Jerusalén, respectivamente, siendo un post que os ilustra dos lugares en concreto pero que a la vez contribuye a que el lector entienda la magnitud que componen, tanto a nivel nacional y regional, como mundial.
PERO ANTES… UN POCO DE CONTEXTO
Y sí, como no podía ser de otra manera, antes de ponerme a enseñaros algunas fotos, os voy a explicar algunas cosas sobre Israel, ya que pienso que el contexto aquí es más importante que nunca.
– Israel es el único país del mundo que cuenta con una mayoría judía en su espectro religioso. Sin embargo, el país con más judíos del mundo son los Estados Unidos.
– Israel fue fundado en 1948 bajo la premisa de establecer un Estado Judío, donde alojar a una población ”en constante discriminación”. Asimismo, eso provocó un conflicto con la población árabe, que presume la tierra de Palestina de su propia legitimidad.
– Durante el siglo XX se libraron diferentes guerras, como la Guerra de los Seis Días (1967) o la de Yom Kippur (1973), en la que Israel afianzó su dominio en la zona, ante sus vecinos árabes.
– Israel tiene amplio soporte militar por parte de los Estados Unidos y Occidente. Sin ir más lejos, Israel ha sido a veces llamado ”el estado número 51 de los EEUU”.
– Hoy en día, el territorio de Palestina se divide de jure entre Cisjordania (aunque de facto una gran parte es poseída por Israel) y la Franja de Gaza (uno de los lugares más densamente poblados del mundo, bajo el dominio de Hamás).
Este mapa ilustra los cambios territoriales que han habido en la zona
– Es común ver señales de refugios antiaéreos en lugares públicos, como estaciones de autobús. El conflicto con Hamás es perpetuo, y es usual que se lancen misiles hacia Israel, que dispone del Iron Dome, un sistema que derriba dichos misiles con bastante efectividad.
Una vez contextualizados, estas son las 50 imágenes que he escogido para ilustraros un lugar tan especial como Israel. Polémicas políticas aparte. Espero que lo disfrutéis.
TEL AVIV, LA CIUDAD MÁS ABIERTA DE ORIENTE MEDIO
1. El Skyline de Tel Aviv.
Tel Aviv es una ciudad que destaca por la rectitud de su costa y por los altos edificios que yacen a su lado. La parte más a la derecha es el distrito financiero, el hub de innovación más grande de Israel, mientras que a la izquierda está toda la línea de hoteles, en paralelo a la playa. Al principio, cuando uno se imagina Tel Aviv, quizás esta es la imagen que le viene a la cabeza.
2. Una arquitectura peculiar.
La ciudad, más allá de los grandes hoteles y edificios financieros, no tiene edificios muy altos. Tel Aviv no es una ciudad de grandes bloques de pisos. Este es el Gold Sea Hostel Blue, mi hostal durante las noches que pasé en TLV, situado entre el paseo marítimo y el barrio de Kerem Hateimanim, uno de los más icónicos de la ciudad, en el que las casas no suelen superar los dos-tres pisos.
3. El hebreo, la lengua endémica de Israel.
De derecha a izquierda, el hebreo es la lengua oficial de Israel, junto con el árabe. En la mayoría de ciudades de Israel, el hebreo es la lengua predominante, disponiendo de más visibilidad y presencia. Siempre he pensado que es una de las lenguas más curiosas en referencia a la fonética. Una vez lo escuchas, será difícil no reconocer su característica sonoridad.
ADEMÁS… Israel es el único país del mundo en el que el hebreo es la lengua oficial. Es, además, una lengua milenaria.
4. Tel Aviv, ciudad vanguardista.
En Tel Aviv encontrarás muchas formas de arte vanguardista callejero, ya sea en forma de street art, museos, exposiciones o bien bares y restaurantes bohemios.
5. Entre las sherut y los autobuses.
En Tel Aviv no hay metro (con suerte ya hay dos o tres paradas de tren), así que los desplazamientos urbanos se realizan íntegramente en autobús o las icónicas sherut, parecidas a las marshrutka del este de Europa: minivan que realizan una ruta pautada pero que se pueden parar donde tú quieras. Para entender la increíble amalgama de autobuses que hay Tel Aviv hay que ponerle mucho empeño.
6. Caramel Market.
Este es uno de los sitios más interesantes de la ciudad. Si me leéis, sabréis que soy un apasionado de los mercados, y Tel Aviv no iba a ser una excepción. Siendo un poco turístico, el Caramel Market es el mercado más conocido de la ciudad. No obstante, tiene muchos detalles que desprenden cotidianeidad, por lo que me agradó. Tel Aviv, aunque a veces le pongamos cara de Occidental, sigue siendo Oriente Medio, por lo que encontramos todo tipo de alimentos propios de la zona, como todo tipo de especias o bien dátiles, así como diferentes dulces, como el knafeh.
7. Hummus, plato icónico en Israel.
Actualmente, el hummus está cada vez más presente en nuestro día a día. Esta paradita, en el Caramel Market, me llamó la atención por su pedazo de Estrella de David y correspondiente letrero de ”Humus”. No olvidéis probar el hummus en alguno de los restaurantes de Tel Aviv, preferiblemente en sitios más humildes. Allí el hummus se sirve con mucho aceite de oliva, pimiento rojo y garbanzos sin triturar como cereza del pastel. Además, en Israel no constituye un mero acompañante, sino un buen platito que se come a cucharadas.
8. Sinagogas en un clima de tolerancia.
Quizás, al imaginarnos Tel Aviv como una ciudad tan moderna y LGTBI friendly, la presumimos como una ciudad con pocos edificios religiosos. Efectivamente, no suelen destacar por su presencia, pero siguen siendo un fenómeno que te puedes encontrar en cualquier esquina. Me gustó ver alguna como esta, ya que estoy acostumbrado a ver sinagogas centroeuropeas (de comunidades ashkenazi), que suelen ser la única del país. Israel es el único país del mundo en el que las sinagogas son la norma.
9. Escasez de minaretes.
Es aún más difícil ver mezquitas, pero también las hay. Encontramos algunas como la Mahmoudiya, la de Hassan Bek o bien la de la fotografía, la Mezquita Al Bahr. Generalmente las encontramos en el área de Jaffa. Los árabes (generalmente musulmanes) componen el 21 % de la población (términos ambiguos en un país que se expande continuamente).
10. El Festival de Eurovisión más polémico.
Como sabréis, en mayo de 2019 (yendo yo a Israel expresamente), se celebró Eurovisión en Tel Aviv, después de que Netta Barzilai ganase en Lisboa en 2018. El festival generó mucha polémica en torno a la comunidad ultraortodoxa y la antisionista, ya que unos consideraban el festival como una herejía (al ser celebrado en Sabbath y frecuentado por homosexuales) y los otros mantenían que un estado ”asesino” no podía ser sede del mismo.
11. Peligro, tsunamis.
Curiosa señal en una de las playas de Tel Aviv, indicando peligro de tsunamis. No hubiera imaginado una señal así en Tel Aviv. Otro peligro más, como si la ciudad no yaciera ya al lado de suficientes amenazas. A veces realizan simulacros y todo. Israel es sin duda, un país surrealista. Fijaos en el detalle de la señalización en árabe, a parte de en hebreo.
12. Patinetes eléctricos en cada esquina.
El año 2019 coincidió con el boom de los patinetes eléctricos, prácticamente en todas las ciudades globales. Sin embargo, la increíble afluencia de patinetes de alquiler que vi en Tel Aviv no la he visto en ningún otro lugar, siendo estos aparcados en cualquier lugar de la calle como norma general, incluso tirados por el suelo.
13. Ptitim, ”el arroz de Ben-Gurion”.
Durante los años 50, época en la que Israel atravesaba un período de desabastecimiento y escasez, el Gobierno encomendó a Odem, una empresa de alimentación israelí, la fabricación de un sustituto del arroz que contuviera trigo. Ahí nació el ptitim, esta especie de couscous de grandes dimensiones. Este alimento inventado se conoce popularmente como ”el arroz de Ben-Gurion”, en honor al primer líder de Israel: David Ben-Gurion, el precursor de su creación.
14. Escaparate yankee.
Curioso escaparate de una de esas tiendas de ropa barata. Llama la atención la bandera estadounidense, algo que no se suele ver mucho por Israel pero que está dentro de la cabeza de todos. No sabemos qué sería de Israel sin el apoyo de Occidente. Bueno, en verdad sí, no nos engañemos.
15 / 16. Mezuzah, protector e identificador.
El mezuzah es un objeto típico de las casas judías. Situado al exterior de las puertas, en la parte derecha, la mezuzah consiste en el bait, un recipiente que contiene el klaf, un pergamino con dos versículos de la Torah y que, ”protege” todas las casas judías. Si observáis las puertas de las casas, os sorprenderéis por la gran cantidad que hay. Por norma debe estar inclinado hacia el interior de la casa.
17. Jaffa: el puerto más antiguo del mundo.
En 1950, la ciudad árabe de Jaffa y la ciudad judía de Tel-Aviv se unieron para formar la municipalidad de Tel Aviv-Yafo. El puerto de Jaffa tiene miles de años de historia y se sitúa en el área de la ciudad que más se asemeja a un casco antiguo, con algún que otro callejón. Hoy en día, Jaffa ha sufrido el mismo destino que la práctica mayoría de las ”ciudades antiguas”, siendo hogar de restaurantes y tiendas de souvenirs, además de tener un pequeño puerto deportivo.
18. Tel Aviv, ciudad de barrios.
Si nos fijamos en un mapa, la ciudad más grande de Israel es una urbe diseñada hace relativamente poco. Las calles, se caracterizan por tener plan urbanístico propio de muchas ciudades israelíes, con cierta rectitud y muchas calles principales de forma relativamente curvada, que serpentean sin desorganizar la ciudad. Tel Aviv, además, no se caracteriza por tener un centro neurálgico, sino por tener distintas áreas, como Neve Tzedek, Florentin, Lev Ha’ir, la Ciudad Blanca (un conjunto de casi 4000 edificios erigidos en arquitectura Bauhaus) o bien Kerem HaTeimanim.
19. Kerem Hateimanim, ”el viñedo de los yemeníes.”
Uno de los barrios más interesantes de Tel Aviv es el de Kerem Hateimanim, compuesto por una sucesión de casas que no siguen mucho orden arquitectónico pero que conforman una buena harmonía. En este barrio verás mucho street-art, plantas, flores y diferentes restaurantes de comida yemení, población que se estableció en el barrio ya hace más de cien años, procedente del Yemen. Cerca encontramos el Caramel Market.
20 / 21 / 22. La omnipresencia de la Estrella de David.
De los casi cincuenta países que he visitado, debo decir que, junto con Turquía, Israel es el más nacionalista que me he encontrado. La bandera de Israel está presente en muchos sitios: mercados, casas particulares, edificios públicos, calles, tiendas… No hace falta recalcar que en lugares que están en constante reafirmación de su propia identidad, como es el caso de Israel, en un contexto completamente adverso a su alrededor, la exhibición de la bandera es algo común. Sobre todo cuando la existencia de tu territorio ha sido y es cuestionada por tanta gente.
ADEMÁS… La bandera de Israel representa la Estrella de David (iconografía por excelencia del judaísmo) encima de dos rayas azules en fondo blanco, que representan el talit, un atuendo usado durante el transcurso del rezo judío.
23. El Paseo Marítimo, Tel Aviv en su salsa.
Tel-Aviv tiene uno de los paseos marítimos más vivos que he visto. Desde Jaffa y el Parque Charles Clore hasta el Puerto de Tel Aviv, el paseo marítimo atraviesa diferentes playas, como Banana Beach, Gordon Beach, Mezizim Beach, o la más famosa de todas, conocida por ser una área muy frecuentada por la comunidad LGTBI: Hilton Beach, al lado del Hotel Hilton y el Parque de la Independencia. La pesadilla de los ultraortodoxos.
24. Tel Aviv: viva, moderna, cosmopolita, abierta.
Tel Aviv es una ciudad muy activa, en la que no se paran de realizar eventos, conciertos, exposiciones, etc. La atmósfera que se ha conseguido crear en torno a la ciudad es algo inigualable en muchos km a la redonda. Tel Aviv es un tipo de Oriente Medio que brilla por su ausencia.
25. Ciudad de muchos contrastes.
Antes de viajar a Tel Aviv, tenía quizás unas expectativas que se reducían en una ciudad LGTBI-friendly, con playa y mucho Sol, sin mucho más que ofrecer. Claramente estaba equivocado. La magnitud de Tel Aviv, de cómo una ciudad puede tener tantas esencias distintas, sin aparentar tanto, es algo que me ha alucinado. En Tel Aviv puedes encontrar de todo. Mercados destartalados, playas increíbles, chill-out de lujo, sinagogas, mezquitas, un clima inmejorable, diversidad de barrios, banderas israelíes por doquier, hummus de barrio… De bien seguro que no olvidaré nunca mi primer viaje a Tel Aviv.
Me cuesta creer, además, que Tel Aviv esté tan cerca de otra de las ciudades que tanto me han marcado: Beirut. Imaginaos que nos olvidáramos por una vez de esa frontera tan infame y se pudiera viajar entre las dos ciudades. Tan cercanas y tan lejanas al mismo tiempo.
JERUSALÉN: DE LA TIERRA AL CIELO
26. El 405, destino Jerusalén.
Cuesta expresar con palabras lo que uno siente, en el momento en el que está sentado en el autobús que le va a llevar por primera vez a Jerusalén, una ciudad que ha pasado tanto tiempo en su imaginario y a la que al fin va a poner cara. La compañía Egged, que tiene el descarado monopolio de los autobuses israelíes, fue la encargada de realizar el viaje desde el mismo Tel Aviv, desde la destartalada y oscura Estación Central, que cuenta con un refugio antiaéreo en su subterráneo.
27. Todo es un lienzo para el gobierno israelí.
Una bandera gigantesca en un centro comercial, de camino a Jerusalén. ¿No os parece surrealista? Repito que esto lo he visto en muy pocos sitios. Turquía, Marruecos o incluso Serbia, ya apurando mucho. El viaje de Tel Aviv a Jerusalén dura poco más de una hora, dejándote en la Estación Central de Jerusalén, delante de la cual hay la moderna y nueva línea de tranvía. Nunca me hubiera imaginado que en Tierra Santa tendrían el mismo tranvía que tenemos en Barcelona.
28. Pupilos de un ejército en la conciencia de todos.
Esta es una estampa más que común en Israel. Recordemos que el servicio militar es de obligado cumplimiento tanto para hombres como mujeres. Los hombres realizan dos años y ocho meses, mientras que las mujeres solo dos años. Existen exenciones, como la Ley Tal, que establece la exención del servicio militar a los miembros de la comunidad ultraortodoxa judía. En lugares como supermercados o bien el transporte público, es común ver a jóvenes uniformados, que están de servicio, vuelven a casa o bien disfrutan de días de permiso.
29. Estudios de la Torah en Mea Shearim.
A priori, sin tener conocimiento de nada, os diré lo que me transmite esta foto. A mi parecer este intenso cartel, además de constituir un recopilatorio de citas de diferentes autoridades religiosas locales, es en sí mismo publicidad que pretende vender volúmenes de religiosidad en forma de CD’s / libros, o bien reclutar alumnos para una suerte de escuela religiosa ultraortodoxa. Mea Shearim es el barrio ultraortodoxo por antonomasia de Jerusalén. No visitarlo es una cagada muy grande. Eso sí, es un lugar en el que hay que medir lo que uno hace.
30. Mea Shearim no escatima en pequeños detalles.
Me flipa que el espacio urbano se utilice para fines religiosos. Eso denota que estamos en un lugar extraordinario. Eso es Mea Shearim, un barrio que se presume hostil para los foráneos. No tuve ningún problema, pero me sentía muy observado. Estas singulares y desgastadas cajitas son buzones de donaciones, de las diferentes organizaciones religiosas que pueblan el barrio. No sé a qué tipo de ”caridad” va la donación. Supongo que el destinatario debe ser cuanto menos cercano al mundo de la Torah.
31. Tus vecinos ultraortodoxos.
Me fascina hasta qué nivel puede diferir la vida de un practicante a la de un no-practicante. Pensad que el ser creyente implica construirse una cosmovisión del mundo abismalmente distinta que la de cualquier ateo / agnóstico. Todo está marcado por la religión: el discurso, la alimentación, las festividades, la rutina diaria, la educación de los pequeños, el trato a los mayores, el comportamiento en comunidad, el código de vestimenta… Admiro el nivel de devoción que puede llegar a profesar una persona para no romper con la norma.
32. Mahane Yehuda, el mercado de Jerusalén.
Me gusta Mahane Yehuda, porque a pesar de ser constante foco de recepción de turistas, sigue sin cambiar ciertos aspectos de su identidad. En 2002, este mercado del oeste de Jerusalén, sufrió un ataque suicida, matando a seis personas y dejando a un centenar de heridos. Las Brigadas Mártires de al-Aqsa, de carácter antisionista, asumieron la autoría de los ataques.
33. En Jerusalén también se vive.
Muchas veces, al sacralizar tan exageradamente la ciudad de Jerusalén, la solemos ver como una urbe dedicada íntegramente al culto o a los asuntos religiosos, como si fuera una ciudad dotada de una cierta extraordinariedad. Lo es, pero hasta cierto punto. Jerusalén es una ciudad muy grande, de casi un millón de habitantes, que de ninguna manera se reduce al casco antiguo (hogar de la mayoría de los lugares de culto). En Jerusalén hay bloques de pisos, supermercados, cines, transporte interurbano, bares, restaurantes. Jerusalén es una ciudad más.
INCISO: fijaos en la parada de este hombre y lo sobrecargada que está de iconografía religiosa. Los mercados son sitios en los que suele ser común esto, incluso con simbología política. En Marruecos me encontré retratos de Mohamed VI, en Turquía de Mustafa Kemal Atatürtk, en Ucrania y Georgia iconos ortodoxos…
34. Jerusalén, nada de ciudad internacional.
Hoy en día, Jerusalén, es y será israelí. Lejos quedan esas propuestas de los poderes occidentales, que se imaginaban Jerusalén como una urbe dotada de estatus ”internacional”, sin ser propiedad de nadie, como Tánger o bien Danzig (actual Gdánsk) tiempos atrás. Jerusalén cada vez es más israelí, y el proceso de apropiación es cada vez más descarado. Benjamin Netanyahu (PM de Israel) se frotó las manos hace poco, cuando Donald Trump reconoció Jerusalén como capital de Israel. Luego os hablaré del Este de Jerusalén.
35. Turismo en Tierra Santa
Jerusalén, pese a estar situado en las inmediaciones de una movida geopolítica interesante, siempre ha sido receptora de turismo internacional. La devoción por peregrinar a Jerusalén siempre ha podido con las concepciones de inseguridad, que por ligeras que sean, suelen hacer que la gente se repiense sus viajes (caso de Francia en 2015, de los más ridículos que recuerdo). Espero que entendáis mi punto. Jerusalén es una ciudad que merece la pena visitar a pesar de todo.
¿DE DÓNDE VIENE LA SACRALIDAD DE JERUSALÉN?
Judaísmo: es una ciudad que se menciona en muchas ocasiones en el Antiguo Testamento. Es por lo tanto parte del imaginario colectivo del judaísmo, además de ser hogar del Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado donde se permite el rezo judío.
Cristianismo: se dice que Jerusalén fue una ciudad muy importante para el desarrollo de Jesús, además de su importancia en el Antiguo Testamento. Jerusalén es el lugar donde se dice que Jesús fue crucificado, mismo lugar en el que encontramos la Iglesia del Santo Sepulcro.
Islam: se dice que Mahoma vistió la ciudad y, desde el lugar en el que encontramos la Mezquita de la Roca, en el Monte del Templo, ascendió al cielo y recibió el segundo pilar del Islam. Jerusalén fue la primera dirección de rezo de los musulmanes, siendo después cambiada por la Kaaba, en Mecca.
36. Muro de las Lamentaciones
La importancia del Muro de las Lamentaciones para los judíos recae en el hecho de que les es prohibido entrar en la Mezquita de la Roca (lugar que contiene la Piedra de la Fundación) debido a un decreto establecido por la máxima autoridad religiosa judía, por temas de pureza (temei ha’met), en 1967, después de que Israel se hiciera con el dominio de la Ciudad Antigua. El Muro de las Lamentaciones se sitúa en el lugar donde estaba el Segundo Templo de Jerusalén, destruido por los romanos. El término ”lamentaciones” se utiliza, ya que el muro es en sí un lugar en el que los devotos rezan e introducen plegarias en papelitos para pedir la reconstrucción del templo, sagrado en la tradición judía. La inaccesibilidad a la Mezquita de la Roca hace que el Muro sea el lugar más sagrado en el que pueden estar los judíos.
Intento ser lo más claro que puedo explicando el tema, pero al ser una temática con tantas interpretaciones y visiones no sería difícil que me equivocara en algún que otro matiz.
37. Segregación por sexos.
Y bueno, llegamos a uno de los clásicos de muchos lugares sagrados de distinta índole: la segregación por sexos. Adivinad cuál de los dos lados del Muro de las Lamentaciones está más cerca de la Mezquita de la Roca… Efectivamente, el masculino, permitiendo una mayor proximidad a los varones. Las mujeres suelen ser el segundo plano en muchas ceremonias, eventos religiosos o la misma vida cotidiana pautada por la religión. En la foto podéis ver la barrera que separa los costados del Muro según sexo.
38. Plegarias, lamentaciones y algún que otro shekhel.
Estamos acostumbrados a ver el Muro de las Lamentaciones desde fuera, pero no desde una perspectiva tan cercana. Esto es lo que depositan los fieles en las diferentes rendijas que encuentran entre la piedra caliza. Llaman la atención las monedas, asiduas en este tipo de monumentos religiosos, como si constituyeran un sustento o un plus para la petición inscrita en el papel. Pega mucho el menorah (el candelabro de 7 velas) que hay en una de las monedas de la derecha.
39. El Santo Sepulcro. Donde apuntan las brújulas de medio planeta.
Este es otro de los lugares que marcan la capital importancia de Jerusalén y su infinita sacralidad. Este es el lugar en el que se dice que ocurrió la Crucifixión, sepultura y Resurrección de Jesús. El punto álgido, el Edículo del Santo Sepulcro, se encuentra en la denominada Rotonda, en el interior de la iglesia, la cual me pareció muy austera. Cabe destacar que la iglesia está gestionada por un gran número de confesiones cristianas, generalmente ortodoxas. El Santo Sepulcro recibe grupos de peregrinos de gran parte del mundo, y constituye el final de la Via Dolorosa, el camino que se dice recorrió Jesús con la cruz antes de ser crucificado en la Iglesia del Santo Sepulcro.
40. Marketing Palestino en Tierra Santa.
Cierto es que el tema de Palestina es uno de los más tratados a nivel internacional. Difícilmente uno no habrá oído hablar nunca del conflicto israelopalestino. El tema, además, ha adquirido cierta importancia hasta el punto de convertirse en un must de los diferentes grupos de izquierda, generalmente europeos, abanderados de la causa palestina en otras fronteras. Ser pro-palestino vende, tampoco nos engañemos. Dudo que en el Aeropuerto de Ben-Gurion se alegren si les apareces vistiendo una de estas camisetas.
41. La Mezquita de la Roca.
Este es para mí el edificio más bonito de Jerusalén (sin haberla visitado en profundidad). Situada en el Monte del Templo, junto a la Mezquita Al-Aqsa, de cúpula más oscura (a la izquierda), constituye un edificio sagrado para las tres religiones del Libro. Contiene, como he dicho antes, la Roca de la Fundación, lugar sagrado para judíos y cristianos, además de decirse que fue el lugar desde el que Mahoma subió al cielo, por parte de los musulmanes. Técnicamente no es una mezquita aunque se considera un lugar de culto para los musulmanes. Está abierta (a los no musulmanes) 3-4 horas al día, por la mañana, cerrando los viernes, sábados y festividades musulmanas.
ADEMÁS… La Mezquita de la Roca está administrada por las autoridades hachemitas de Jordania, ya que anteriormente el Este de Jerusalén y Cisjordania eran jordanos, hasta que se perdieron en la Guerra de los Seis Días (1967). La seguridad del templo corresponde a Israel.
42. Pequeño ”caos” árabe en Jerusalén.
El Jerusalén antiguo no es una sola ciudad, sino cuatro distintas. El casco antiguo se compone por el barrio cristiano, el judío, el armenio y el musulmán. El barrio musulmán es un pequeño reducto de ese caos organizado que tanto caracteriza a los lugares arabófonos. La verdad es que no me gusta achacar nada a una lengua, pero en todos los sitios que he estado en los que se habla árabe, las sensaciones que he tenido son muy parecidas. Obvio hay variaciones. No es lo mismo el Yemen que el Líbano. En esta pequeña parte de Jerusalén todo era distinto: las sensaciones, los olores, la vestimenta, la comida… Era un lugar muy vivo.
43. Cartel felicitando el Ramadán al pueblo palestino.
Carteles como este, felicitando el Ramadán, son propios del barrio musulmán. Los colores de la tipografía de este cartel me recuerdan a los de la bandera palestina, ligada a los colores del panarabismo. El cartel es parte de la Asociación Bab Hatta, que responde a la idea de comunidad (umma), que está tan extendida entre los practicantes del Islam.
44. Barrio Armenio de Jerusalén.
Como os expliqué en el artículo sobre Ereván, la capital de Armenia, la nación armenia es una de las más antiguas, de ahí que no sorprenda que uno de los cuatro barrios de Jerusalén sea el barrio armenio. Armenia fue el primer país del mundo en adoptar el cristianismo como religión oficial, hoy en día a través de la Iglesia Ortodoxa Armenia. El Barrio Armenio es el más pequeño y menos poblado de los cuatro. La bandera rusa del centro se explica por la fraternidad políticoreligiosa que mantienen ambos países.
45. La ONU dice ”presente”.
Este es el primero de los muchos coches de Naciones Unidas que pretendo ver a lo largo de mi vida. Que haya un coche de la ONU es símbolo de que la política o la sociedad están sensibles. El único otro objeto de la ONU que he podido ver es un barco en el puerto de Beirut, no muy lejos de Tierra Santa.
46. El Monte de los Olivos
Otro de los lugares que convierten a Jerusalén en algo que trasciende más allá. Situado al Este de Jerusalén y, permitiendo una maravillosa vista del Monte del Templo, es el lugar donde supuestamente Jesús fue arrestado. Debe su nombre a los olivos que pueblan sus laderas, en las cuales hay más de cien mil tumbas judías, puesto que la tradición judaica cree que es el lugar desde el que, Dios, comenzará a redimir a los muertos al final de los tiempos.
47. El Muro de la Vergüenza.
Israel y Cisjordania (parte oriental de Palestina) están separadas por un muro de cemento que casi llega a los 10 metros de altura y mide más de 700 km de largo. Israel lo construyó alegando que se protegía del terrorismo. Ha sido, además, una forma de hacerse con cada vez más territorio palestino y segregar a los árabes al otro lado del muro. Me arrepiento muchísimo de no haberme acercado más, pero por suerte pude tener este maravilloso punto de vista desde el Monte de los Olivos. Fijándome en el otro lado vi cómo la densidad de minaretes es mucho mayor.
48. Grafittis en árabe.
Mirando las fotos de Jerusalén me he fijado en esta, de la que no me acordaba. Diferentes grafittis en árabe, junto con la silueta de una mezquita repetida varias veces. Esto es justo en la cima del Monte de los Olivos, mirando hacia el otro lado. Parece que es aquí donde comienza a aparecer el árabe de forma más regular, donde Israel ya no tiene más sitios sagrados para adueñarse (al menos en Jerusalén, donde se ha hecho suya toda la ciudad antigua).
49. Entierro judío bajo la mirada de los olivos.
Bonita estampa del cementerio que hay en la ladera del Monte de los Olivos, ante las murallas de la Ciudad Antigua. Las cremaciones están prohibidas en el judaísmo, dada la creencia de que un cuerpo debe enterrarse y descomponerse de forma natural. Por lo tanto, el embalsamaje también se sanciona. No hay velatorio ni uso de flores como ítem funerario.
ADEMÁS… La tumba de Oskar Schindler, el empresario alemán conocido por salvar a más de mil judíos de las garras del nazismo, se encuentra en Jerusalén, en el cementerio católico de Zion, junto a la Puerta de Zion.
50. Jerusalén, de la tierra al cielo.
Eran tantas las veces que me habían hablado de esta mística ciudad, tan lejana, siempre soleada y sagrada para tanta gente. Los tiempos cambian, sí, puesto que la esencia de muchos lugares está camino de la desaparición. Jerusalén es otro caso. Muchas vidas no entienden el mundo sin poner Jerusalén de por medio. Larga vida a ciudades como esta.
Y bueno chic@s, hasta aquí llega este artículo, ciertamente excepcional, sobre uno de los sitios que debería haber tratado con más profundidad en este blog. Espero volver pronto a Israel. Actualmente lo veo complicado, pero en un futuro relativamente próximo volveré. Toca visitar Palestina, eso ya os lo aseguro. Gaza es de difícil acceso (tuve un amigo israelí que la visitó y fue recibido a pedradas), pero Cisjordania es relativamente fácil.
Mil gracias por leerme. Nos vemos en el próximo artículo 😉
! עד הפעם הבאה ! حتى المرة القادمة