¡Hola a todos! Parece que la situación está volviendo a como era antes, con cada vez menos restricciones a la hora de viajar. Nosotros ya tenemos preparado un viaje para Luxemburgo el día 22 de julio, al que le tenemos muchas ganas.

Dicho esto, aquí os traigo un post sobre el viaje que hicimos en tren por los Cárpatos ucranianos, desde la ciudad fronteriza de Chop hasta la capital de la Ucrania más europea: Lviv, de la que os hablé en este post. En este artículo os enseñaré el recorrido y veréis que pegarse un viajazo en tren, atravesando tal maravilla natural, es posible por muy poco.

LOS CÁRPATOS UCRANIANOS, POCO CONOCIDOS

Generalmente, cuando hablamos de los Cárpatos, nos imaginamos Rumanía y la figura del inigualable Vlad Tepes, también conocido como Drácula. Es muy probable que nunca hayamos pensado en la vertiente ucraniana de esta cadena montañosa. La verdad es que, Ucrania, a pesar de ser un país casi completamente llano, se lleva una pequeña parte de los Cárpatos, en lo que conocemos como Óblast de Zakarpattia. Esta es, precisamente, la parte más alta del país.

confitería en medio de los cárpatos ucranianos

Confitería en un pueblo de los Cárpatos ucranianos (lástima del cristal sucio)

NUESTRA RUTA

Como os conté en el post de Lviv, aprovechando que teníamos cinco días de fiesta, decidimos volar a Debrecen (Hungría) por 30 €, para vivir algunas aventuras por esta área de Europa, que aún nos quedaba pendiente. Como nunca había estado en Ucrania y, ya que esta, está realmente cerca de Debrecen, optamos por ir hacia Lviv mediante ferrocarriles húngaros (MÁV start) y ucranianos (UZ). Esta combinación implicaba llegar hasta la frontera húngara con Ucrania y una vez allí, cambiar a los ferrocarriles ucranianos. El viaje implicaba pernoctar en un tren nocturno, que es algo que me vuelve loco.

Esta era nuestra ruta. Tuvimos que coger otro tren para cruzar entre Záhony (HU) y Chop (UA), un trayecto internacional de menos de 10 minutos, y que anteriormente era la frontera entre Hungría y la Unión Soviética.

nuestra ruta a través de los cárpatos ucranianos

La ruta que hicimos en los ferrocarriles ucranianos (UZ)

LOS TRENES UCRANIANOS: NADA QUE VER CON EUROPA OCCIDENTAL

Los ferrocarriles de Ucrania están chapados a la soviética: el modo de funcionar, la gigantesca locomotora, el diseño de los vagones, el personal del tren, los precios y demás, es algo que se ha heredado del modo de organizar soviético. Actualmente, países como Rusia, Armenia, Azerbaiyán o Kazajistán (podéis echarle un ojo a este post de cuando viajé en tren de Astaná a Almaty), disponen de sistemas de ferrocarriles muy similares a los ucranianos, que tienen tres clases distintas: SV (primera – compartimentos de 2 pasajeros), kupe (segunda – compartimentos de 4 pasajeros) y platzkart (tercera – vagón con 50 literas aprox.).

vagón ucraniano

La chapa dura de los vagones ucranianos con el escudo de Ucrania

¿DÓNDE COMPRAR LOS BILLETES?

Una de las grandes ventajas de viajar en tren por Ucrania es la facilidad con la que se pueden conseguir los billetes, ya que se pueden comprar de forma on-line e incluso con selección de asiento, por lo que no tenéis la necesidad de batallar con una vendedora de billetes para nada anglófona. Los billetes se compran en la web oficial de los UZ, también en inglés.

taquillas de la estación de chop, ucrania

Taquillas de la estación de Chop

EL PRECIO DE VIAJAR EN TREN POR UCRANIA

Viajar de Chop a Lviv nos costó 121 UAH (no llega a los 5 €) y era un viaje de más de seis horas en literas de tercera clase. Los precios son una broma. Incluso los viajes largos salen rentables (Kiev – Odessa / Kharkiv – Kiev, por ejemplo). Viajar en tren es una forma de moverse muy extendida entre los ucranianos a la hora de hacer desplazamientos largos a través del país, algo que se ha heredado de la época soviética. 

MI EXPERIENCIA

Como amante de los viajes en tren a la antigua, os recomiendo al 100% que cuando visitéis Ucrania hagáis algún desplazamiento largo ferroviario (preferiblemente que implique pernoctar en el tren), para probar la experiencia de unos ferrocarriles que poco tienen que ver con los españoles / europeos. Eso sí, la tercera clase es de lejos la opción más chula, ya que implica una posibilidad mucho mayor de socializar con los locales e impregnarse de la maravillosa cultura de Ucrania. Como os dije en el post de Tbilisi, llevar con vosotros una botella alcohólica de alguna bebida local, es una buena manera de hacer amigos y comenzar a fraternizar entre compañeros de vagón.

vagón de tercera clase del tren que nos llevó a través de los cárpatos ucranianos

Dormir con desconocidos es algo que se hace raro al principio, pero que acaba molando

Y bueno, hasta aquí este post. Esta ruta es la que hicimos nosotros y que recomiendo ampliamente. En un futuro me encantaría recorrer Ucrania en tren, ya que considero que es uno de los países más bonitos/baratos para viajar en el presente.

Espero que algún día podáis probar los trenes ucranianos o de cualquier país ex-soviético, ya que es una experiencia sinigual que ya no podemos encontrar en el oeste de Europa (al menos no a este precio). Aprovechad ya que seguramente lo más probable es que este tipo de trenes se vayan retirando por su poca eficiencia.

Os dejaré con otro post más específico hablando sobre mi experiencia en la tercera clase (platzkart) de los trenes ucranianos, puesto que pretendía que este fuera más de tipo informativo sobre la ruta que hicimos. ¡Muchas gracias por leerme! 🙂